viernes, 30 de noviembre de 2012

Walter White - ¿Quién Trajo los Esclavos a Norteamérica?






               ¿Quién Trajo los Esclavos a Norteamérica?

                         por Walter White Jr., 1968


La historia de los esclavos en América comienza con Cristóbal Colón. Su viaje a América no fue financiado por la Reina Isabel, sino por Luis de Santángel, que le adelantó la suma de 17.000 ducados (aproximadamente 5.000 libras, equivalentes hoy a 50.000 libras) para financiar el viaje, que comenzó el 3 de Agosto de 1492. Colón fue acompañado por cinco "marranos" (judíos que habían abandonado su religión y supuestamente se hicieron católicos): Luis de Torres, intérprete; Marco, el cirujano; Bernal, el médico; Alonso de la Calle y Gabriel Sánchez (Cf. Henry Ford, El Judío Internacional).

Gabriel Sánchez, instigado por los otros cuatro judíos, vendió a Colón la idea de capturar a 500 indios y venderlos como esclavos en Sevilla, España, lo que efectivamente fue hecho. Colón no recibió ningún dinero de la venta de los esclavos, pero llegó a ser víctima de una conspiración tramada por Bemal, el médico del barco. Colón sufrió la injusticia y el encarcelamiento como recompensa, traicionado por los cinco marranos (judíos) en que él había confiado y había ayudado. Este, irónicamente, fue el comienzo de la esclavitud en las Américas (Cf. Malcolm Cowley, Adventures of an African Slaver, 1928, p.11).

Los judíos fueron expulsados de España el 2 de Agosto de 1492, y de Portugal en 1497. Muchos de estos judíos emigraron a Holanda, donde ellos establecieron la Compañía Holandesa de Indias Occidentales para explotar el nuevo mundo.

En 1654, el primer judío, Jacob Barsimson, emigró de Holanda a Nueva Amsterdam (Nueva York) y en la década siguiente muchos más le siguieron, estableciéndose a lo largo de la Costa del Este, principalmente en Nueva Amsterdam y Newport, en Rhode Island. Ellos estaban impedidos, por ordenanzas publicadas por el Gobernador Peter Stuyvesant, de involucrarse en la economía nacional, de manera que rápidamente descubrieron que el territorio habitado por los indios sería un campo fértil. No había ninguna ley que impidiera a los judíos comerciar con los indios.

El primer judío en empezar a comerciar con los indios fue Hayman Levy, quién importó cuentas de cristal barato, tejidos, pendientes, brazaletes y otras baratijas de Holanda que fueron cambiados por valiosas pieles de animales. Hayman Levy pronto se asoció con los judíos Nicholas Lowe y Joseph Simon. Lowe concibió la idea de comerciar ron y whisky con los indios y estableció una destilería en Newport, donde estos dos licores fueron producidos. Dentro de un breve tiempo había 22 destilerías en Newport, todos ellas poseídas por judíos, fabricando y distribuyendo el "aguardiente". La historia de la corrupción de los indios, con las consiguientes masacres por parte de los primeros colonos, es una historia dramática en sí misma.


Es esencial comprender el puerto de Newport. Es importante a fin de reconocer la participación judía en el comercio de esclavos. Hubo un período en que fue comúnmente referido como el "Centro Mundial del Comercio Judío de Esclavos de Newport". En total en este tiempo había en Norteamérica seis comunidades judías: Newport, Charleston, Nueva York, Filadelfia, Richmond y Savannah. Había también muchos otros judíos dispersos sobre toda la costa Este. Aunque Nueva York tuviera el primer lugar en pobladores judíos en Norteamérica, Newport tenía el segundo lugar.

Nueva York era también la principal fuente de carne kosher, proveyendo a los asentamientos norteamericanos, y luego a las Antillas y también a Sudamérica. ¡Actualmente Newport está a cargo!. Newport también llegó a ser el gran puerto comercial de la costa Este de Norteamérica. Allí, los buques de otros puertos se reunían para intercambiar productos. Newport, como antes se dijo, representó el lugar principal en el comercio de ron, whisky y tráfico de licor. Y para concluír, finalmente llegó a ser el principal centro del tráfico de esclavos. Era desde este puerto que los barcos partían a través del océano a recolectar su carga humana negra y luego obtener grandes sumas de dinero a cambio de ellos.


Un informe contemporáneo auténtico, basado en las autoridades, indica que de 128 barcos de esclavos, por ejemplo, que dejaron su "carga" en Charleston en un año, 120 de éstos estaban registrados por judíos de Newport y Charleston con sus propios nombres. De los restantes, uno puede conjeturar que, aunque ellos fueran ingresados como de Boston (1), Norfolk (2) y Baltimore (4), sus verdaderos dueños eran de manera similar los distribuidores judíos de esclavos de Newport y Charleston.


Uno podría evaluar la participación judía en el negocio entero de Newport, si se considera la gestión de un solo judío, el portugués Aarón López, que tuvo un importante papel en la historia acerca de los judíos y la esclavitud. Acerca del comercio total de las Colonias, y el posterior Estado de Rhode Island (que incluía a Newport), las facturas de embarque, las concesiones, los recibos y las autorizaciones de puerto llevaban el nombre firmado del judío Aarón López. Todo esto ocurrió durante los años 1726 y 1774. Él tuvo por lo tanto más del 50% de todo el comercio bajo su control personal durante casi cincuenta años. Aparte de esto había otros barcos que él poseía, pero que navegaban bajo otros nombres.


[Nota: Aarón López y su familia llegaron a Newport alrededor de 1750 desde Nueva York vía Lisboa, Portugal. López llegó al Nuevo Mundo como miembro de una familia "marrana" con el nombre cristiano de "Don Duarte López". López inmediatamente abandonó su nombre cristiano y tomó el nombre hebreo de Aarón y se sometió a la circuncisión ritual. En veinte años, López era propietario o tenía intereses en más de 80 barcos. López fue también uno de los fundadores originales y contribuyente de la sinagoga Touro, y hacia el final de su vida fue reconocido como uno de los "Príncipes Mercaderes" de la temprana Norteamérica. Los intereses de su comercio mercantil incluían ron, melaza, mercería y esclavos africanos].

En el año 1749 fue establecida la primera logia masónica. El 90% de los miembros de esta primera logia, catorce en total, eran judíos. Y uno sabe que sólo los llamados individuos "prominentes" eran aceptados. Veinte años más tarde fue establecida la segunda logia masónica, "Rey David". Es un hecho que todos sus miembros eran judíos.

Mientras tanto, la influencia judía en Newport había alcanzado tales proporciones que el Presidente George Washington decidió hacerles una visita. Sobre su presencia allí, de ambas logias masónicas enviaron un emisario –un judío llamado Moisés Seixas– para acercarse al Presidente con una petición, en la cual los judíos de Newport declaraban: "Si usted desea permitir a los hijos de Abraham acercarse a usted con una petición, para decirle que le honramos, y sentimos una alianza..." y luego: "Hasta el presente los valiosos derechos del ciudadano libre han sido retenidos. Sin embargo, ahora vemos nacer un nuevo gobierno basado en la Majestad del pueblo, un gobierno que no permite ninguna intolerancia ni persecución del judío, sino más bien concede la libertad de pensamiento, que cada uno comparte, cualquiera que sea su nación o lengua, como una parte de la gran máquina del Gobierno".



[Nota: Las familias de Moses Levy y Moses Seixas vivieron en una de las enormes mansiones coloniales de Newport, en el 29 de la calle Touro. Seixas fue un miembro fundador de la más antigua logia masónica judía (Rey David, en Newport) y Gran Maestro de la Orden Masónica de Rhode Island. Seixas era conocido como el Cajero del Banco de Rhode Island. Presidente (Parnas) de la sinagoga Touro en el momento de la visita y carta de George Washington a la congregación, Seixas también realizó el Pacto de la Circuncisión (B’rith Milah). El prominente comerciante y mercader Moses Levy de Nueva York y Newport perteneció a una de las varias familias judías Ashkenazi en Newport entonces. Levy poseyó la Mansión de la calle Touro y legó la propiedad a Moses Seixas en 1792].

Es necesario en este punto considerar las revelaciones en cuanto a quién en realidad obtuvo esta legendaria libertad en EE.UU. desde la fundación de la Unión. Desde luego la provincia se hizo independiente y separada de la jurisdicción inglesa. Sin embargo, podemos ver que en la petición que Moisés Seixas propuso al Presidente Washington en nombre de los judíos de Newport, no era en realidad este tipo de libertad la que ellos tenían en mente. Ellos estaban simplemente preocupados por ellos mismos, y sus "propios derechos civiles", que habían sido retenidos. Por lo tanto, después de la Guerra Revolucionaria, se acordó que los judíos tuvieran igualdad de derechos, y fueran liberados de todas las restricciones. ¿Y los Negros?. No resistiéndose a la Guerra Revolucionaria, ellos siguieron siendo esclavos. En el año 1750, un sexto de la población en Nueva York era negroide, y proporcionalmente en las partes del Sur del país, ellos superaban en número a los demás, pero la proclamación de libertad no los tocó, sino mucho más tarde de esto.

[Nota: Petición de Moses Seixas a Washington: "Señor: Permita a los hijos de la estirpe de Abraham acercarse a usted con el afecto más cordial y estima por su persona y mérito, y unirse con nuestros miembros-ciudadanos para dar la bienvenida a usted a Newport...

Privados, como hasta ahora hemos estado, de los derechos inestimables de los ciudadanos libres, ahora –con un profundo sentido de gratitud hacia el Todopoderoso Establecedor de todos los acontecimientos– contemplamos un gobierno erigido por la majestad del pueblo, un gobierno que a la intolerancia no da ninguna aprobación, y a la persecución ninguna ayuda, sino generosamente permitiéndose a todos la libertad de conciencia y las inmunidades de la ciudadanía, considerando a cada uno, de cualquier nación o idioma, como partes iguales de la gran máquina gubernamental.

Esta tan amplia y extensa Unión Federal, cuya base es la filantropía, la confianza mutua y la virtud pública, no podemos sino reconocer que es obra del gran Dios, que gobierna en los ejércitos del cielo y entre los habitantes de la tierra, pareciéndole a Él buena del todo.

Para todas las bendiciones de la libertad civil y religiosa de la cual disfrutamos bajo una administración igualitaria y benigna, deseamos elevar nuestras gracias al Anciano de días, el gran Preservador de los hombres, suplicándole que los ángeles que condujeron a nuestros antepasados por el desierto hacia la tierra prometida puedan conducirle graciosamente por todas las dificultades y peligros de esta vida mortal; y cuando, como Josué, lleno de días y lleno de honores, usted se reúna con sus padres, pueda usted ser admitido en el paraíso celestial para participar del agua de la vida y del árbol de la inmortalidad.

Hecho y firmado por orden de la Congregación Hebrea en Newport, Rhode Island, el 17 de Agosto de 1790. Moses Seixas, Director"].
Escudriñemos de cerca este funesta labor de los judíos que les dio influencia y poder, para que podamos comprender la trata de esclavos; pues los celosos escritores judíos han escrito mucho desde esa época, de modo que actualmente, por haber sido este asunto desde hace mucho tiempo removido, podría parecer natural, ya que el elemento tiempo tiene una tendencia a hacer nebulosas las cosas.

Sigamos el viaje de un barco, perteneciente a un traficante de esclavos, Aarón López, que había hecho muchos viajes a la costa africana. Por ejemplo, en el mes de Mayo de 1752, el barco "Abigail" fue equipado con aproximadamente 9.000 galones de ron, un gran suministro de grilletes de hierro para pies y manos, pistolas, pólvora, sables y muchos ornamentos de estaño sin valor, y al mando del capitán judío Freedman, navegó lejos hacia África. Había sólo dos oficiales y seis marineros integrando el equipo. Tres meses y medio más tarde ellos arribaron a la costa africana. Mientras tanto, allí había sido establecida una agencia africana por los traficantes judíos de esclavos, que los tenía a éstos acorralados y preparados para la venta. Esta organización se había internado profundamente en África y tenía muchas ramificaciones, incluídos jefes de tribus, de aldeas, etc. Este método de persuadir a estos líderes para la trata judía de esclavos, era similar al que los judíos habían empleado con los indios.

Al principio, ellos les obsequiaban el ron, y dentro de poco tiempo los tenían sumidos en un delirio alcohólico. Cuando el oro en polvo y el suministro de marfil se agotaban, los inducían a vender a gente de su misma raza, inicialmente a sus mujeres y luego a sus jóvenes. Entonces los Negros comenzaban la guerra el uno contra el otro, trazado y desarrollado todo mayormente por los judíos, y si aquellos capturaban prisioneros, éstos también eran cambiados por ron, municiones y armas, para que los judíos los utilizaran en campañas ulteriores destinadas a capturar a más Negros. Los Negros capturados eran engarzados de dos en dos y conducidos por los sombríos bosques hacia la costa. Estos penosos y dificultosos viajes requerían semanas, y algunos de los apresados con frecuencia enfermaban y caían por el agotamiento, y muchos eran incapaces de levantarse aunque el látigo de cuero fuera aplicado como un incitador. Éstos eran abandonados para que murieran y fueran devorados por las bestias salvajes. Era bastante habitual ver los huesos de los muertos yaciendo bajo el sol tropical, un recordatorio triste y espantoso para aquellos que más tarde caminaran por este camino.

Se ha calculado que por cada Negro que resistió los rigores de este deambular, teniendo aún que hacer el largo viaje a través del océano antes de que arribaran a tierras norteamericanas, nueve de cada diez morían. Y cuando uno considera que había una emigración anual de UN MILLÓN de esclavos Negros, entonces, y sólo entonces, puede uno evaluar el tremendo y extenso éxodo de la gente africana. En el presente África está escasamente poblada, no solo debido al millón anual literalmente sacado a la fuerza de sus chozas, sino debido a los cinco a nueve millones anuales que nunca alcanzaron su destino. Una vez que ellos alcanzaban la costa, los esclavos Negros eran conducidos juntos, y se les aplicaban restricciones para mantenerlos hasta que el siguiente barco de transporte atracara. Los agentes –muchos de ellos judíos– que representaban al jefe tribal, luego comenzaban el trato con el capitán. Cada Negro le era presentado personalmente. Pero los capitanes habían aprendido a desconfiar. El Negro debía mover sus dedos, brazos, piernas, y el cuerpo entero para asegurar que no había ninguna fractura. Incluso los dientes eran examinados. Si faltaba un diente, esto bajaba el precio. La mayor parte de los agentes judíos sabían cómo tratar a los Negros enfermos con productos químicos a fin de venderlos como si estuvieran sanos. Cada Negro era valorado en aproximadamente 100 galones de ron, 100 libras de pólvora, o en dinero en efectivo entre 18 y 20 dólares. Las anotaciones de un capitán nos informan que el 5 de Septiembre de 1763 un Negro fue tasado como en 200 galones de ron, debido a la puja entre los agentes, elevándose su precio. Las mujeres menores de 25 años, embarazadas o no, se tasaban en la misma medida si ellas estaban sanas y eran atractivas. Cualquiera mayor de 25 año perdía el 25% de su precio.

Y aquí debiera manifestarse que aquellos Negros, comprados en la costa africana por 20 a 40 dólares, eran revendidos entonces por los mismos traficantes de esclavos en Norteamérica en 2.000 dólares. Esto le da a uno una idea de cómo los judíos lograron adquirir fortunas enormes. Después de la negociación, el capitán Freedman pagaba la cuenta, en mercancía o dinero efectivo. Él también recordaba algunos consejos que sus patrones judíos le dieron cuando él salió de Newport para África: "Vierta tanta agua en el ron como usted pueda". De esta manera los jefes Negros eran engañados dos veces por los judíos de Newport.

El siguiente paso era rasurar el pelo de la cabeza de los esclavos adquiridos. Entonces ellos eran amarrados y marcados con un hierro caliente, en la espalda o en la cadera, identificándolos con sus propietarios. Ahora el esclavo Negro era en efecto propiedad del comprador judío. Si él huía podía ser identificado. Después de este procedimiento, había una celebración de despedida. Había casos en que familias enteras eran traídas desde el interior hacia la costa, y luego separadas por el comprador –el padre yendo en un barco, los hijos e hijas en otro. Estas celebraciones de despedida estaban frecuentemente colmadas por la emoción, lágrimas, drama y tristeza. Había muy poca alegría, si es que la hubo.

Al día siguiente comenzaba el transporte desde la tierra hacia el barco. Se hacía tomando cuatro o seis Negros por vez en botes de remos al barco. Por supuesto los traficantes de esclavos estaban conscientes de cuánto el Negro amaba su patria sobre todo lo demás, y de que sólo podía ser inducido a abandonarla por medio de una gran violencia. De este modo, algunos Negros saltarían al agua. Pero aquí los capataces estaban listos con fieros perros y recuperaban a los hombres que huían. Otros Negros preferían ahogarse. Los que llegaban vivos a bordo eran inmediatamente desnudados. Aquí había otra oportunidad para saltar por la borda y alcanzar la tierra y la libertad. Pero los traficantes de esclavos eran despiadados y sanguinarios; ellos estaban simplemente preocupados por llevar su carga Negra a Norteamérica con la menor pérdida posible. Por lo tanto, a un evadido y luego recapturado, se le cortaban ambas piernas ante la mirada de los Negros restantes con el fin de restaurar el "orden".

A bordo del barco los Negros eran separados en tres grupos. Los hombres eran colocados en una parte del barco y las mujeres en otro, por medio de lo cual el lujurioso capitán arreglaba el modo de que las mujeres Negras más jóvenes, sobre todo las más atractivas, fueran accesibles para él.

Los niños permanecían en la cubierta, tapada con una tela cuando había mal tiempo. De esta manera el barco de esclavos procedía con su viaje a Norteamérica. Por lo general, los barcos eran demasiado pequeños y nada apropiados para transportar gente. Estaban apenas equipados para transportar animales, con los cuales los Negros eran comparados. En un espacio de un metro de alto estas criaturas desafortunadas eran colocadas en una posición horizontal, oprimidas unas contra otras. Por lo común ellos iban encadenados juntos. En esta posición ellos tenían que permanecer durante tres meses, hasta el final del viaje. Raramente había allí un capitán que se compadeciera de ellos o evidenciara algún sentimiento cualquiera hacia estas criaturas lastimosas. De vez en cuando ellos eran llevados en grupos a la cubierta para tomar aire fresco, encadenados con grilletes de hierro.

De alguna manera estos Negros eran prescindibles, por lo que padecieron mucho. De vez en cuando uno de ellos se volvía loco, y mataba a otro ejerciendo presión sobre él apretándolo y asfixiándolo. A ellos también se les cortaban sus uñas de manera que no pudieran rasgar la carne de los otros. Las batallas más horribles ocurrieron entre los hombres, para adquirir un centímetro o dos para una posición menos incómoda. Precisamente entonces el capataz de esclavos intervenía con su látigo de cuero. El excremento humano inimaginable, horrible, en medio del cual estos esclavos tuvieron que soportar estos viajes es imposible de describir.

En el sector de las mujeres prevalecían las mismas condiciones. Las mujeres daban a luz a sus niños yaciendo presionadas estrechamente juntas. Las mujeres Negras más jóvenes eran constantemente violadas por el capitán y la tripulación, resultando así un nuevo tipo de mulato cuando ellos vinieron a América.

En Virginia, o en cualquiera de las otras ciudades portuarias del Sur, los esclavos eran transferidos a tierra e inmediatamente vendidos. Una subasta regular tenía lugar, siguiendo el método de compra en África. El mejor postor obtenía la "pieza". En muchos casos, debido a la suciedad indescriptible, algunos de los Negros se enfermaban durante el viaje por mar de África a Norteamérica. Ellos quedaban inutilizables para el trabajo. En tales casos el capitán aceptaba cualquier precio. Era raro que se dispusiera de ellos pues nadie quería comprar a un Negro enfermo. Por lo tanto, no es sorprendente que el inescrupuloso e inmoral doctor judío ideara una nueva forma de percibir ingresos. Ellos compraban al Negro enfermo por una pequeña suma; luego lo trataban, y lo vendían por una suma grande. En ocasiones, el capitán se quedaba con unos pocos Negros para quienes no se había encontrado un comprador. En este caso él volvía a Newport y los vendía a los judíos como ayudantes domésticos baratos. En otros casos, el propietario judío de los barcos se adueñaba de ellos. Esto explica por qué la ciudad de Newport y sus alrededores tenía 4.697 esclavos negros en el año 1756.

La esclavitud no se extendió al Norte. Además, en muchas de las colonias norteamericanas la esclavitud estaba estrictamente prohibida. Georgia la puso bajo discusión; lo mismo se hizo en Filadelfia. Y nuevamente fueron los judíos los que ingeniaron algún resquicio legal, que les había dado la libertad después de la Guerra Revolucionaria [o de Independencia, 1775-1781], y así ellos urdieron formas para hacer legal el comercio de esclavos.

Uno sólo tenía que leer los nombres de aquellas personas que vivían en Filadelfia que estaban solicitando la eliminación de las leyes existentes en cuanto al comercio de esclavos. Ellos eran los judíos Sandiford, Lay, Woolman, Solomon y Benezet. ¡Esto lo explicaba todo! Pero volvamos al barco de esclavos "Abigaíl". Su capitán –y estamos leyendo de los libros de su barco– hizo un negocio provechoso. Él vendió todos sus Negros en Virginia, invirtió un poco del dinero en tabaco, arroz, azúcar y algodón, y continuó a Newport donde él depositó sus mercaderías.

Aprendemos de los libros del capitán Freedman que el "Abigaíl" era un pequeño barco y sólo podría acomodar a 56 personas. Él pudo, sin embargo, obtener en un viaje 6.621 dólares, que entregó al dueño del barco: un tal Aarón López.

Las asombrosas cantidades de dinero adquiridas por los propietarios judíos de barcos y por los traficantes de esclavos son mejor ilustradas cuando enfatizamos en los muchos años durante los cuales esta compraventa de carne humana fue practicada. Antes de 1661, todas las colonias tenían leyes que prohibían la esclavitud. Fue en aquel año que los judíos se hicieron lo bastante poderosos para causar la derogación de estas leyes, y la esclavitud comenzó en serio.

Los judíos habían descubierto que los colonos necesitaban mano de obra adicional como ayuda para limpiar sus campos para la plantación, para la construcción de viviendas, y en general ayuda en la cosecha de sus siembras. Esto era particularmente verdadero en los estados del Sur a los cuales nos hemos referido antes. Los sureños tenían extensiones enormes de tierra fértil apta para arroz, algodón, tabaco y azúcar de caña. Al principio fueron reclutados europeos empobrecidos. Las puertas de las prisiones inglesas fueron abiertas y posteriormente trajeron a presos de la guerra entre Inglaterra y Holanda a las colonias, y hechos trabajar hasta que ellos hubieran pagado el costo de su transporte en barco, y luego eran dejados en libertad.

No le toma mucho tiempo a un judío descubrir lo que sus hermanos están haciendo, de modo que un grupo de judíos se asentó en Charleston, Carolina del Sur, donde ellos establecieron destilerías para hacer ron y whisky. Ellos también aprendieron que podían hacer comercio con el marfil con los nativos de la costa Oeste de África, por lo que varios barcos fueron comprados y enviados a África, cambiando los habituales abalorios de cristal y otros ornamentos baratos por marfil, el cual, sin embargo, ocupaba poco espacio a bordo del barco. Se les ocurrió a estos comerciantes judíos que ellos podrían abastecer las plantaciones del Sur con "marfil Negro", necesario en condiciones pantanosas y palúdicas que el trabajador europeo no podía tolerar sin enfermarse, y que no sólo llenaría el espacio de carga de sus barcos, sino que les reportaría ganancias enormes. (Este mismo grupo había tratado antes de vender a los indios norteamericanos como esclavos, pero los encontraron completamente insatisfactorios, por cuanto los indios no tolerarían este tipo de trabajo). Así, otro segmento del comercio de esclavos se había hecho activo y provechoso desde Charleston, Carolina del Sur. Varios cargamentos de esclavos Negros fueron enviados por la Compañía Holandesa de las Indias Occidentales [el Caribe] a Manhattan.

Durante este tiempo hubo varios dueños de plantaciones establecidos en las Antillas [West Indies], y dos judíos, Eyrger y SayUer, con fuertes conexiones con los Rothschild en España, formaron una agencia llamada ASIENTO, que más tarde funcionó en Holanda e Inglaterra. Era mediante estas conexiones que los judíos en Holanda e Inglaterra ejercían su influencia, y desde ambos lugares cooperaron para ayudar a los judíos a proporcionar esclavos Negros a los colonos.

Con la captura anual y el transporte de un millón de esclavos Negros no es difícil calcular que desde 1661 hasta 1774 (ciento trece años) aproximadamente ciento diez millones de esclavos habían sido sacados de su tierra natal. Aproximadamente el diez por ciento de los esclavos Negros, unos ONCE MILLONES, llegaron vivos a las colonias.

Hemos hablado del pequeño barco "Abigaíl" que pudiendo acomodar sólo a 56 personas aún así las ganancias que obtenía por cada viaje eran enormes, con poca o ninguna inversión. Había muchos otros barcos, pero nos concentraremos aquí sólo en unos cuantos, como "La Fortuna", "Hannah", "Sally" o el "Venue", que hizo muy grandes ganancias. "La Fortuna", a propósito, transportó a aproximadamente 217 esclavos por cada viaje. El dueño obtuvo no menos de 41.438 dólares por viaje. Éstos eran dólares que los traficantes de esclavos "podían conservar". Y éstos eran dólares valiosos que comprarían mucho a cambio.

Cuando uno considera que los judíos de Newport eran propietarios de aproximadamente 300 barcos que transportaban esclavos, ininterrumpidamente activos, atracando en Newport, África, Charleston (o Virginia), uno puede aproximarse a las enormes ganancias que obtuvieron los propietarios judíos de barcos. En efecto, los judíos confiesan que de los 600 barcos que salían del puerto de Newport hacia todo el mundo, "al menos la mitad de ellos" se dirigía a África, y sabemos lo que estos barcos que iban a África "estaban buscando".

Es bien conocido el hecho de que Aarón López tuvo el control de más de la mitad de los negocios realizados en las colonias de Rhode Island con Newport. El famoso rabino Morris A. Gutstein, en su libro La Historia de los Judíos en Newport, intenta dejar de lado estos hechos, manteniendo que no hay ninguna prueba de que los judíos estuvieron relacionados con el comercio de esclavos. Es por lo tanto imperativo demostrar que los judíos efectivamente estuvieron relacionados con dicho tráfico, sobre todo desde que este rabino insiste en que ellos habían hecho grandes contribuciones, y cuán "bendecida" fue la ciudad de Newport con la permanencia de ellos. Seguramente Morris A. Gutstein nos concederá permiso para presentar los hechos que él fue incapaz de encontrar.

Volviendo a un informe de la Cámara de Comercio de la "Colonia Rhode Island" del año 1764, encontramos, por ejemplo, que en el año 1723 "unos pocos comerciantes en Newport" idearon la idea de enviar su ron de Newport a la costa de África. Se desarrolló una exportación tan grande, que en unos pocos años "varios miles (de cubas)" de ron siguieron aquel camino. ¿A qué propósito servía este ron?.

El Instituto Carnegie de Washington D.C. presenta y hace público documentos auténticos titulados "Documentos Ilustrativos de la Historia de la Trata de Esclavos en Norteamérica". Deseamos presentar unos cuantos hechos de esta colección particular de documentos originales y escudriñarlos de cerca, y no sólo para demostrar el error anterior del rabino Morris A. Gutstein. En esta colección del primer instituto norteamericano de aprendizaje, evaluamos la fundamental sección "Rhode Island", que aportó la parte principal de la documentación pública en cuanto al comercio de esclavos. Aquí encontramos documentados los destinatarios de las numerosas cartas de embarque, también cartas a los traficantes de esclavos, y correspondencia a los capitanes de barco, que eran judíos aproximadamente en un 15%, residentes en Newport. Entre éstos encontramos, por ejemplo, al judío Isaac Elizar. Él escribió una carta al capitán Christopher Champlin el 6 de Febrero de 1763, diciendo que le gustaría ser un agente para una carga de esclavos. Luego sigue el judío Abraham Pereira Méndez, y uno de los principales traficantes de esclavos, Jacob Rod Rivera, suegro de Aarón López. Y luego está el mismo Aarón López, y muchos, muchos otros judíos más. Aunque hayamos considerado a Aarón López varias veces, el tamaño de este documentado tratado nos limita, y no podemos describir a todos los escritores preocupados en la correspondencia sobre la trata de esclavos, sus nombres y las fechas específicas, sino más bien deseamos estudiar la documentación del "Carnegie Institute" mismo, teniendo a Aarón López en mente. Deseamos ver lo que por lo general este judío perseguía y cuál era su negocio. Esto se debe a que el rabino Gutstein lo presenta como un "noble y refinado ciudadano de Newport" que fue tan generoso e incluso "hizo contribuciones al bienestar público".

En un gran número de imparciales escritos originales publicados en el Instituto Carnegie, encontramos que Aarón López se dedicó al comercio de ron en gran escala con la costa africana a cambio de esclavos. Estos hechos irrefutables son como sigue:

  El 22 de Junio de 1764, una carta del capitán Guillermo Stead a Aarón López.

  El 22 de Julio de 1765, una carta de Aarón López al capitán Nathaniel Briggs.

  El 22 de Julio de 1765, una carta al capitán Abraham All.

  El 4 de Febrero de 1766, una carta al capitán William Stead de Aarón López.

  El 7 de Marzo de 1766, una carta del capitán William Stead a Aarón López.

  El 20 de Febrero de 1766, una carta de Aarón López al capitán William Stead.

  El 8 de Octubre de 1766, una carta del capitán William Stead a Aarón López.

  El 9 de Febrero de 1767, una carta del capitán William Stead a Aarón López.
 
Además de esto, hay declaraciones similares en otras cartas originales de Aarón López, que él dirigió a los capitanes Henry Cruger, David Mill, Henry White, Thomas Dolbeare y William Moore. En efecto, una carta del capitán William Moore a Aarón López y Compañía, es particularmente reveladora, y de especial mención en este punto. Deseamos recalcar los contenidos principales de esta carta en la cual el capitán Moore escribe: "Deseo informarle que su barco "Ann" atracó aquí anoche con 112 esclavos, consistentes en 35 hombres, 16 jóvenes grandes, 21 niños pequeños, 29 mujeres, 2 muchachas crecidas, 9 niñas pequeñas, y le aseguro que este es un rumcargo (esclavos a cambio de ron) que aún no he visto. Entre todo el grupo pudiera haber cinco de que uno pudiera hacer objeción". La fecha de la carta mencionada es el 27 de Noviembre de 1773.

El 29 de Noviembre de 1767, el judío Abraham Pereira Méndez –quien había sido engañado por uno de los suyos– escribió desde Charleston, a donde él había viajado para controlar mejor su carga Negra, una carta a Aarón López, que estaba en Newport: "Estos Negros, que el capitán Abraham All me entregó, estaban en tan miserable condición debido al inadecuado transporte, que me vi obligado a vender a 8 muchachos y muchachas por sólo 27 (libras), otros 2 por 45 (libras) y dos mujeres cada una en 35 (libras)" (sin duda, moneda inglesa).

Abraham Pereira Méndez estaba muy enojado y acusó a Aarón López de haberlo "trampeado". Esta carta nos muestra que este último, el ciudadano generoso y refinado de Newport, era insaciable en su avaricia del dinero. Esto es lo que motivó al rabino Gutstein a presentar a este noble hombre, Aarón López, al estudiar sus censurables métodos: los Negros para él sólo eran artículos de consumo.

En todas las cartas que el "Instituto Carnegie" publicó, se recalca la carencia de simpatía humana hacia los pobres esclavos Negros. Esta carencia de sentimiento y compasión por los abusados y lastimeros Negros en las manos de sus traficantes judíos, puede ser leída en el diario de un capitán que tripuló un barco de Aarón López. Las anotaciones se refieren a un viaje desde la costa africana a Charleston. Además, son documentos auténticos, y llaman la atención sobre una organización de la cual antes se sabía poco o nada, y que no habían encontrado publicidad adicional en libros o periódicos. Por lo tanto, no debe sorprender el hecho de que la mayoría de judíos norteamericanos en la trata de esclavos pueda ser calificada como un monopolio, desconocido para los norteamericanos no-judíos, incluídas las grandes masas de personas de todo el mundo. Los otros, sin embargo, ya informados de los hechos, tenían buenas razones para permanecer en un miserable silencio.

El capitán de otro barco, el "Otelo", entre otras cosas toma nota de lo siguiente en su diario:

  6 de Febrero: Un hombre se ahogó en el proceso de carga.

  18 de Marzo: Dos mujeres cayeron por la borda porque no habían sido encerradas.

  6 de Abril: Un hombre muerto de flujo excesivo (sin duda una enfermedad).

  13 de Abril: Una mujer muerta de flujo excesivo.

  7 de Mayo: Un hombre muerto de flujo excesivo.

  16 de Junio: Un hombre muerto por Kap Henry.

  21 de Junio: Un hombre muerto por James Fluss.

  5 de Julio: Una mujer muerta por fiebre.

  6 de Julio: Una muchacha, enferma durante dos meses, murió.

Este buque hizo su travesía durante cinco meses. Qué sufrimiento terrible e indecible fue el de estos millones de Negros, que fueron desgarrados con fuerza brutal desde sus acogedoras chozas africanas, apretujados como animales debajo de la cubierta, y luego vendidos con menor consideración que la venta de cabezas de ganado. Es poca maravilla que diez de ellos murieran en este solo viaje del "Otelo", siendo comprados en África por sólo unos pocos dólares y luego vendidos en 2.000 dólares.

Algunos Negros pudieron, mediante insurrecciones, ganar el control de uno u otro barco y lo diridieron a toda vela hacia su hogar africano. La tripulación de un barco de esclavos, el "Three Friends" por ejemplo, torturó su carga Negra en tal manera que los Negros respondieron con una rebelión sangrienta. Ellos mataron al capitán y a toda la tripulación y lanzaron a los muertos por la borda. Ellos entonces navegaron de vuelta a África donde ellos se escabulleron hacia su esforzadamente ganada libertad.

Un destino similar golpeó el barco de esclavos "Amistad". Entre los esclavos estaba el hijo de un jefe tribal. Una vez que el barco estuvo en curso, él tramó con sus compatriotas atacar a la tripulación del barco. Después de una batalla sangrienta, lograron capturar al capitán. El príncipe Negro le obligó a devolverse a África; luego por la tarde, al amparo de la oscuridad, el capitán cambió su curso, zigzagueando durante meses hasta que llegó cerca de la costa norteamericana, encontrando un barco del gobierno. Este ocurrió en el año 1839, cuando el comercio de esclavos ya estaba prohibido y era ilegal.

Los esclavos Negros fueron liberados y el capitán fue castigado. Estos viajes por mar no eran sin peligro cuando ellos tenían cargamento Negro, lo que explica el hecho de que los judíos casi siempre contrataban a capitanes no-judíos.

Los traficantes de esclavos preferían permanecer en sus oficinas contando las gruesas ganancias después de cada viaje, como Aarón López, que dejó a sus herederos una de las fortunas más grandes en la época de Nueva Inglaterra.

Cuando se examinan los hechos documentados contenidos aquí, es importante que uno siempre recuerde que era un capitán afortunado el que no perdía más del 50% esclavos en el viaje de vuelta.

Es igualmente importante recordar que estas pobres criaturas Negras tuvieron que yacer entre excrementos durante todo el viaje. ¡Piense en ello!. No sorprende que las dolencias y las enfermedades cobraran una cuota tan alta. Recuerde las cifras: aproximadamente ciento diez millones de personas Negras fueron capturados y sacados de su patria en África. Sólo ONCE MILLONES de estos esclavos Negros llegaron vivos a las colonias.

Y los judíos todavía hablan de los alemanes y de Hitler y de cómo seis millones de judíos fueron exterminados durante la Segunda Guerra Mundial. Ésta es la más grande MENTIRA alguna vez perpetrada sobre la gente del mundo –en tanto que la historia de los pobres esclavos Negros está documentada. Documentada con VERDAD. Las evidencias están todavía disponibles para que la gente del mundo las vea.

Cuando este documento sea distribuído, alcanzando finalmente las manos del judío, las pruebas serán probablemente suprimidas y destruídas hasta que finalmente toda la documentación que sea perjudicial para el judío sea removida. Los judíos han estado involucrados en esta práctica durante siglos. Sin embargo, la verdad, la verdad que contiene hechos, no puede permanecer encubierta o escondida para siempre; y más verdades están siendo reveladas por aquellos de nosotros que tenemos la intención de liberar a EE.UU. de estos hijos del diablo, los judíos.

La documentación publicada contenida aquí fue obtenida del Instituto Carnegie del Aprendizaje [Carnegie Institute of Learning], actualmente conocido como Instituto Carnegie de Tecnología [The Carnegie Institute of Technology], que está en Pittsburgh, Pennsylvania.


La siguiente es una lista parcial de los barcos de esclavos cuyos propietarios eran judíos:

"Abigail" de Aarón López, Moses Levy y Jacob Franks.

"Crown" de Isaac Levy y Nathan Simpson.

"Nassau" de Moses Levy.

"Four Sisters" de Moses Levy.

"Anne & Eliza" de Justus Bosch y John Abrams.

"Prudent Betty" de Henry Cruger y Jacob Phoenix.

"Hester" de Mordecai y David Gómez.

"Elizabeth" de David y Mordecai Gómez.

"Antigua" de Nathan Marston y Abram Lyell.

"Betsy" de Wm. DeWoolf.

"PoUy" de James DeWoolf.

"White Horse" de Jan de Sweevts.

"Expedición" de John y Jacob Rosevelt.

"Charlotte" de Moses y Sam Levy y Jacob Franks.

"Caracoa" de Moses y Sam Levy.

Portadores de esclavos, también pertenecientes a judíos, fueron "La Fortuna", la "Hannah", la "Sally" y el "Venue".

Algunos de los judíos de Newport y Charleston que fueron contratados en la destilería o el comercio de esclavitud, o ambos, fueron: Isaac Gómez, Hayman Levy, Jacob Malhado, Naphtaly Myers, David Hart, Joseph Jacobs, Moses Ben Franks, Moses Gómez, Isaac Días, Benjamin Levy, David Jeshuvum, Jacob Pinto, Jacob Turk, Daniel Gómez, James Lucana, Jan de Sweevts, Felix de Souza (conocido como "el Príncipe de los Esclavizadores", seguido sólo por Aarón López), Simeon Potter, Isaac Elizer, Jacob Rod, Jacob Itodrigues Rivera, Haym Isaac Carregal, Abraham Touro, Moses Hays, Moses López, Judah Touro, Abraham Méndes y Abraham All.

De aproximadamente 600 barcos que salían del puerto de Newport, más de 300 estaban involucrados en la trata de esclavos. Una carga típica de un barco, "La Fortuna", era de 217 esclavos que costaban aproximadamente 4.300 dólares y eran vendidos en 41.438 dólares.

Sólo aproximadamente el 10% de los capitanes de barcos de esclavos era judío, no queriendo someterse ellos mismos a los rigores del viaje de 6 meses. Ellos prefirieron quedarse en casa y seguir sus operaciones de destilería, que continuaron suministrando el ron y el whisky a los indios durante muchos años y obeteniendo con ello enormes ganancias.

DOCUMENTACIÓN DE REFERENCIAS

Elizabeth Donnan, Documents Illustrative of the History of the Slave Trade to America, Washington D.C., 1930-1935, 4 vols.

"Carnegie Institute of Technology", Pittsburgh, Pennsylvania.

Adventures of an African Slaver, by Malcolm Cowley, New York, 1928.

The Story of the Jews in Newport, by Rabbi Morris A. Gutstein.

The Jew Discover America, by Cthmar Krainz.

The International Jew, by Henry Ford.

The Plot Against the Church, by Maurice Pinay.

Protocol for World Conquest, 1956, by The Central Conference of American Rabbis.

Behind Communism, by Frank L. Britton





No podemos siquiera emprender esta breve historia del judío moderno sin tomar nota de un fenómeno que ha confundido a las sociedades de los no-judíos durante veinte siglos. Se trata de la capacidad del pueblo judío de conservar colectivamente su identidad a pesar de siglos de exposición a la civilización cristiana. Para cualquier estudiante del judaísmo, o para los judíos mismos, este fenómeno se explica en parte por el hecho de que el judaísmo no es ni principalmente una religión ni principalmente un asunto racial, y ni siquiera es simplemente un asunto de nacionalidad. Mejor dicho, son todos estos tres, es decir, una especie de trinidad. El judaísmo se describe mejor como una nacionalidad construída sobre los pilares gemelos de la raza y la religión. Todo esto está estrechamente relacionado con otro aspecto del judaísmo, a saber, el mito de su persecución. Desde que primero aparecieron en la Historia, encontramos a los judíos propagando la idea de que ellos son un pueblo abusado y perseguido, y esta idea es, y siempre ha sido, central en el pensamiento judío. El mito de la persecución es el adhesivo y el cemento del judaísmo: sin él, los judíos habrían dejado hace mucho tiempo de existir, no obstante su nacionalidad racial y religiosa.

Es un hecho que el pueblo judío ha sufrido numerosas privaciones en el curso de su historia, pero esto es verdadero de otros pueblos también. La diferencia principal es que los judíos han conservado el recuento. Debemos repetir: ellos han conservado el recuento; ellos han hecho una tradición de la persecución.

Una matanza ocasional de miles de cristianos no es recordada por nadie en 50 años, pero un menoscabo infligido sobre unos cuantos judíos es conservado para siempre en las historias judías. Y ellos cuentan sus infortunios no sólo entre ellos, sino también a un mundo compasivo.



Fuente

sábado, 27 de octubre de 2012

El Ba’ath, Ideología e Historia – François Duprat


Fuente






François Duprat, 1940-1978





El Ba’ath – Ideología e Historia


François Duprat


El único restante partido nacionalista árabe digno de ese nombre es el Ba’ath ya que los diversos movimientos de tipo nasserista(1) fueron incapaces de conducir a la creación de una fuerza ideológica y política en los diversos países árabes. El Ba’ath debe ser estudiado por tanto como el único representante de la ideología unionista árabe, organizada en un partido y no limitada a un movimiento de opinión, ya sea de gran magnitud (ayer el nasserismo hoy en día el gadaffismo).


La ideología del Ba’ath


El Ba’ath ofrece la particularidad de ser el único partido político pan-árabe (el único si se deja a un lado el caso original del Partido Sirio Social Nacionalista) de haber intentado elaborar un doctrina “nacional-revolucionaria” un tanto coherente gracias a los análisis políticos e históricos de su fundador y líder, Michel Aflak (un Sirio greco-ortodoxo) primero en sus números artículos dispersos y sobretodo en su obra de síntesis Fi sabîl al-Ba’ath (En la Vía de la Resurrección), publicada en Damasco en 1959, en los tiempos de la Unión Sirio-Egipcia, en el seno de la República Árabe Unida.




Michel Aflaq con Saddam Hussein


Aflak analiza tanto su nacionalismo como su oposición a la filosofía marxista:


“La Nación Árabe tiene una historia independiente de la historia de Occidente y de la de Europa; las teorías y las formas de organización que surgen de la civilización occidental nacen de condiciones propias de occidente y no corresponden a las necesidades de los países árabes por lo que estas no encuentran un entorno favorable.


La Nación Árabe no es una pequeña nación de importancia secundaria que puede adoptar un mensaje distinto al que le es propio, marchar sobre los pasos de otra nación y alimentarse de sus restos…


La doctrina marxista es una amenaza para los países Árabes porque amenaza con hacer desaparecer su personalidad nacional y porque impone al pensamiento árabe moderno un punto de vista partisano, tendencioso y artificial destruyendo la libertad y la integralidad de éste pensamiento”


Para Aflak, no musulmán, el nacionalismo árabe sin embargo se encuentra “inspirado” por el Islam, pero de una forma bien distinta de aquella por la que abogan los Hermanos Musulmanes o el coronel Gadafi:


“Toda nación… posee una fuerza motriz esencial… ésta fuerza motriz fue la religión al momento de la aparición del Islam. En efecto, sólo la religión era capaz de revelar las fuerzas latentes de los Árabes, de realizar su unidad…Hoy…la primer fuerza motriz de los Árabes…es el nacionalismo…Los Árabes están como mutilados en su libertad, su soberanía y su unidad que no pueden comprender otro lenguaje que el de su nacionalismo”.


El Ba’ath, en el reconocimiento del rol positivo de la religión islámica en la toma de conciencia de la unidad árabe (en términos de la Umma, la comunidad de los creyentes), es por tanto un partido nacionalista laico.


Pero el Ba’ath se presenta también como un Partido Socialista:


“El socialismo del Ba’ath está acorde perfectamente con la vida de la sociedad de la Nación Árabe…


Él se limita a organizar la economía en miras de redistribuir las riquezas en el mundo árabe, de sentar las bases de una economía que garantice la justicia y la igualdad de los ciudadanos y de promover una revolución en la producción y los medios de producción…


Nuestro socialismo está impregnado de una filosofía que emana entre los árabes de sus necesidades propias, sus condiciones históricas y sus particularidades. La filosofía del Ba’ath no aprueba la concepción materialista de la filosofía comunista…Nuestro socialismo se apoya en el individuo y su libre personalidad. El socialismo del Ba’ath considera que la fuerza principal de una nación reside en los motivos individuales que llevan a los hombres a actuar, el partido se abstiene por tanto de abolir la propiedad privada, busca limitarla… de manera de que se evite cualquier abuso…


Nuestro socialismo no podrá prosperar definitivamente más que en el marco del Estado Árabe Unitario, es decir cuando todo el pueblo árabe sea liberado, cuando desaparezcan los grilletes tales como el imperialismo, el feudalismo y las fronteras geográficas impuestas por la política, que se oponen al éxito del socialismo”


En una entrevista con Benoist-Méchin (en “Una Primavera árabe”), Michel Aflak ha presentado de forma particularmente potente su definición de la Nación y de las relaciones que ligan al individuo a la comunidad histórica: “…Nosotros somos los nacionalistas árabes. Nosotros debemos elevar al hombre a su dignidad suprema. Este objetivo, no es realizable más que en un marco nacional. Un hombre no es plenamente él mismo más que en el seno de su nación. La nación es el teatro al interior del cual el hombre juega un papel para realizar su destino individual. Al suprimir el teatro ya no existirá dicho papel. De repente el hombre se desploma sin sentido…” (p.340)


La toma de posición soviética a favor de la causa árabe y en particular en el tema palestino, los importantes intereses de la URSS en el seno del mundo árabe, a menudo nos lleva a pensar que el nacionalismo árabe llegó a un acuerdo con el comunismo internacional, o se vio convertido en una filial. El problema se encuentra, en particular en el caso del Ba’ath, en razón de las muy buenas relaciones entre los dos regímenes baasistas de Irak y de Siria con Moscú.


La realidad resulta bien diferente dada la hostilidad permanente del islam contra el materialismo marxista, los árabes a su vez han descubierto en el imperialismo soviético uno tan desgarrador como los que lo habían precedido.


Incluso en el momento de la primera reunión entre los nacionalistas árabes y la Unión Soviética, los primeros fueron marcando una clara distinción entre las URSS y los partidos comunistas árabes.


Así, el manifiesto de creación del Ba’ath (escrito por Aflak) declaraba en 1944:


“Nosotros no estamos contra la Unión Soviética, nosotros hacemos una distinción bien clara entre las URSS y el Partido Comunista Sirio local. Los árabes no tenemos razón alguna para oponernos a un gran Estado como la Unión Soviética que después de su formación ha mostrado simpatía por los países que luchan por su independencia. Nuestro objetivo es de establecer las relaciones amigables con la Unión Soviética para tener unas relaciones normales de tratados oficiales e intergubernamentales y no a través del partido comunista local. Los triunfos del comunismo se dan acá por la debilidad de los espíritus. Pero un árabe bien informado no puede ser un comunista sin abandonar el arabismo, los dos son incompatibles, el comunismo es extranjero a todo lo que es árabe. Él será el peligro más grande para el nacionalismo árabe ya que será incapaz de dar una definición sistemática de sus objetivos.”


En esta época, el Ba’ath lúcidamente juzga que el comunismo en la tierra árabe jugara la carta del chauvinismo y del anti-imperialismo; en ésta óptica, si el nacionalismo árabe no se convierte en una estructura ideológica, será literalmente absorbido por el comunismo. De ahí se dan los esfuerzos de Aflak de dotar a su partido de un aparato ideológico coherente capaz de ser un responsable del desafío al marxismo. Por éste logro, la acción baasista a favor del “socialismo árabe” está diseñada para socavar la hiedra bajo los pies de los propagandistas marxistas. Pero este “socialismo árabe” (común también a todos los movimientos unionistas) no tiene ningún punto en común con el marxismo-leninismo. Él es una simple proyección del nacionalismo, un medio para hacer factible el nacionalismo, así es que Aflak reconoce explícitamente:


“Los nacionalismo árabes comprenden que el socialismo es un medio más seguro para lograr el renacimiento del nacionalismo y de la nación porque saben que el combate de los árabes en la época actual reposa en la unión de los Árabes y que no es posible que ellos participen unidos en este combate, si están divididos entre amos y esclavos.


Por tanto nosotros pensamos que los Árabes no podrán realizar su renacimiento si no están convencidos de que el nacionalismo implica la justicia, la igualdad y la vida digna en sociedad”


Este “socialismo árabe”, sólo puede atraer la clásica respuesta marxista: “¡Populismo pequeño-burgués!”, “!Demagogia Social-fascista!”.


De todas maneras, el socialismo baasista es idéntico al de todos los movimientos de tipo fascista y Aflak se limita a demarcar los pensadores fascistas occidentales (a pesar de su hostilidad de principio a los “ideólogos extranjeros al mundo árabe” del que él hace uso continuo para repeler al comunismo), todo en contra de las divisiones marxistas de la lucha de clases.


Reseña Historica del Ba’ath


El Ba’ath se constituyó en 1944 en Siria, después de extenderse a varios países árabes; es necesario estudiar país por país (o mejor aún, según la terminología baasista, región por región).




Siria:


El Ba’ath de 1944-45, fue implementado únicamente en Damasco, no constituye más que un pequeño movimiento de intelectuales, alrededor de Michel Aflak y otros amigos de él. El limitado rol que jugó no impidió que fuera prohibido por la dictadura del coronel Chichakly en Abril de 1952 y será de nuevo autorizado en Septiembre de 1953, llevando a cabo un proceso de unificación con un pequeño partido cercano: el Partido Socialista Árabe (al-Hizb al-Ifrikayets al-Arabi), creado en 1950 por Akram Haurani. Los dos movimientos se fusionarían un poco más tarde bajo el nombre definitivo de Ifrikayets al-Ba’as al-Arabi: Partido Socialista del Renacimiento Árabe).


En las elecciones libres de 1949, el pequeño partido Baasista sólo obtiene cuatro escaños, al contrario del partido unificado que se aseguraría una posición muy sólida en las elecciones de 1954, después de la caída del dictador ganaron diecisiete escaños.


Bajo la dirección de Chukri al-Kouatly, Presidente de la Republica después de Agosto de 1955, Siria se mueve a la izquierda y en las elecciones de Mayo de 1957 el Frente Nacional Progresista (formado por el PC, el Ba’ath, el Partido Cooperativo Socialista y el Partido Nacional de al-Kouatly) prevalece sobre los partidos de derecha (Partido del Pueblo, Movimiento de Liberación árabe del ex-dictador Chichakly y los Hermanos Musulmanes). Rápidamente el PC, que ha desarrollado una enorme influencia y a infiltrado el Partido Nacional se enfrenta a los baasistas, hostiles al marxismo y en Noviembre de 1957 para salvar a Siria del comunismo, la Asamblea Nacional vota, bajo la dirección del Partido Ba’ath y el Partido Nacional (Asumido el control por el ala de derecha) una resolución a favor de la unión con Egipto, unión que será realizada el 1 de Febrero de 1958, bajo el nombre de República Árabe Unida. El PC es declarado ilegal por el nuevo régimen unionista, pero el Ba’ath será rápidamente “absorbido” por los nasseristas (en particular por el omnipotente coronel Serraj, jefe de los servicios de seguridad y posterior ministro de interior de “la provincia Siria” de la RAU).


En Diciembre de 1959, los ministros baasistas dimitan y su partido se vuelve clandestino hasta el putsch militar del 28 de Septiembre de 1961, causando el fracaso de la RAU y que lleva al nacimiento de un régimen liberal reautorizando a los partidos (salvo el PC, que será proscrito hasta Febrero de 1966 y el PPS que se mantiene como ilegal). Las elecciones de Diciembre de 1961, luego del colapso del régimen unionista, resultan un éxito muy limitado para el Ba’ath, los partidos conservadores aseguran una amplia mayoría en el Parlamento:


Partido del Pueblo: treinta y dos asientos (gran ganador de las elecciones), Partido Nacional: (purgado de sus elementos de izquierda) veintidós asientos, Hermanos Musulmanes: seis asientos, Ba’ath: veinticuatro asientos.


Los otros asientos son atribuidos a los independientes o a los partidos minoritarios; en cuanto al Movimiento de Liberación Árabe y al Partido Cooperativo Socialista, no sobreviven a la muerte de sus fundadores.


En el periodo siguiente, el gobierno moderado (el Ba’ath se encuentra en la oposición) se expone a las acciones inconsideradas de los oficiales ambiciosos. Los baasistas preparan un golpe de estado con los oficiales pro-naserianos, putsch que estalla bruscamente el 8 de Marzo de 1963.


El éxito del golpe se da rápidamente y se constituye un Consejo nacional de la revolución bajo la comandancia del general Atassi, mientras que el jefe del ala derecha del ba’ath Salah al-Din Bitar, forma el nuevo gobierno, con una gran mayoría baasista. Las personalidades conservadoras son llevadas al aislamiento cívico, entre ellas, Akram Haurani, que había roto con sus antiguos amigos del Ba’ath y recreó su propio movimiento aliándose a las fuerzas de la derecha.


Una nueva República Árabe Unida nace el 17 de Abril de 1963, pero, menos de quince días luego de la creación de la federación siro-egipcia-iraquí (el Ba’ath viene a tomar el poder en Bagdad) baasistas y nasserianos comienzan a oponerse abiertamente.


El 13 de Mayo de 1963, Bitar constituye un nuevo ministerio, puramente baasista, que provoca el paso a la oposición de los nasserianos. Estos últimos intentan un golpe de estado el 18 de Julio de 1963 que fracasa lamentablemente. Nasser rompe totalmente con el Ba’ath, mientras que el general Amin al-Hafez se convierte en Presidente del Consejo Nacional de la Revolución. El CNR, promulga una Constitución provisional el 25 de Abril de 1964 que insiste en la vocación unitaria de la Siria baasista.


Hafez busca en seguida acercarse a los unionistas nasserianos y libera a los prisioneros de Julio de 1963. Convirtiéndose en jefe del gobierno el 3 de Octubre de 1964, él proclama el 22 de Diciembre del mismo año la nacionalización de los recursos energéticos y mineros del país, estas primeras medidas son seguidas a inicios de 1965 por toda una serie de nuevas nacionalizaciones.


Las luchas violentas de poder se libran en el seno del Ba’ath debilitado por la caída de su rama iraquí. La influencia de Aflak disminuye progresivamente y es nombrado en un puesto puramente honorifico de Jefe de Partido, mientras que el doctor al-Razza lo sucede en el puesto vital de Secretario General del Ba’ath. En cuanto a los “izquierdistas” baasistas, estilo Zouayyen y general Salh Djedid, ganan sustancial terreno en el seno de un partido dividido.


En Septiembre de 1965, Zouayyen forma el nuevo gobierno, mientras que el Comando Nacional (es decir inter-árabe, Siria hace parte de una Nación árabe que existía para el Ba’ath) dirigido por Hafez y Aflak se oponen al Comando regional de Siria, animado por Djedid.


El general Hafez, en Diciembre de 1965, disuelve el Comando regional y remplaza al izquierdista Zouayyen por el derechista Bitar. Pero, el 23 de Febrero de 1966, Djedid, por un golpe de estado, arresta a Hafez, mientras que Aflak huye al Líbano (eterno terreno de asilo para los políticos árabes que tienen la suficiente mala suerte de tener que abandonar su país)


Zouayyen vuelve al gobierno y se acerca a las URSS autorizando al líder comunista Khaled Baggdache volver a Siria.


A inicios de Septiembre de 1966, el Comando Nacional baasista monta un contragolpe de estado el cual se apoya en las Fuerzas especiales del coronel Salim Hatoum, pero el putsch es abortado.


Todas estas querellas toman lugar en el seno de un partido minúsculo: cuatrocientos adherentes (!) de acuerdo a Flory y Mantran, en su excelente obra: Los regímenes políticos de los Países árabes (en la Prensa Universitaria de Francia), cifra que nos parece aun así un tanto muy baja.


Por contrario a la de seis a siete mil militantes, dada en Siria (Ediciones Rencontre) por Simon Jargy (a inicios de los años sesenta) que es probablemente altamente exagerada.


Uno puede razonablemente pensar que una cifra de mil quinientos a dos mil baasistas (para una población total de cinco millones) es más cercana a la realidad. Las divergencias religiosas jugaron un importante rol en estas contiendas, los sunitas son más moderados, mientras que la secta disidente alauita se encuentra más bien en el medio favorable a los extremistas de izquierda.


El desastre militar de Junio de 1967 golpeó terriblemente a los “izquierdistas” del Ba’ath, que habían custodiado en su reserva las dos mejores brigadas blindadas (n° 10 y 50) para hacer frente a un posible putsch interior de la derecha y que por razones políticas prepararon mal la armada para este caso, a pesar de las declaraciones sensacionalistas: “Casi siete mil oficiales (80% de los cuerpos de oficiales) fueron eliminados después del 28 de Septiembre de 1961 y sobre todo después del 8 de Marzo de 1963. Dos de los generales más enérgicos de la armada estaban en prisión: Amin al-Hafez (ex-jefe del gobierno) y Omrane (ex-ministro de la Defensa) (François Duprat, “La Agresión Israelí”, número especial de Défense de l’Occident, Julio-Agosto 1967, página 45).


Igualmente, el coronel Hatoum, especialista de las operaciones comando, regresa de su exilio Jordano para combatir la armada israelí, será inmediatamente arrestado y ejecutado bajo el pretexto de complots.



Progresivamente, los elementos moderados del Ba’ath se reagrupan en torno al general Assad, ministro de la Defensa, utilizara los defectos de la izquierda para tomar ventaja sobre ella. Assad va a llegar al poder supremo utilizando el desastre de Septiembre de 1970, mientras que las unidades sirias y de la Saïka –rama baasista de la resistencia palestina- son destruidas por la aviación jordana, la aviación siria (que se encuentra bajo la obediencia de su antiguo jefe Assad) no les brinda apoyo. Djedid y Zouayyen, son dados como responsables de fracaso que lamentablemente se sufrió, son destituidos del gobierno y Assad controla en adelante la situación.


En un esfuerzo por democratizar el régimen, Assad organiza las elecciones más o menos libres, luego de haber concluido un acuerdo con el PC y los elementos nasserianos. Los resultados no desafían la supremacía del Ba’ath, que se asegura la supremacía en el seno del Frente Nacional Progresista: Ba’ath: ciento once escaños, PC: siete escaños, Unión Socialista Árabe (nasserianos): seis escaños, Socialistas Árabes: tres escaños, independientes: treinta y tres escaños. La oposición se limita a cuatro Hermanos Musulmanes camuflados.


Paralelamente, Assad debe enfrentar una agitación violenta dirigida contra “el ateísmo” y el “socialismo” del Ba’ath, animada por los Hermanos Musulmanes clandestinos, que mantienen su poder en Siria.


La prueba más grande para el régimen baasista es indiscutiblemente la guerra de Octubre, cuando las tropas sirias y egipcias toman de sorpresa a los Israelitas, a la estupefacción general. Los sirios, enérgicamente conducidos, son los que obtienen los resultados más peligrosos para la entidad sionista tomando en tres días una buena parte de los Altos del Golán. Si los poderosos contra-ataques israelitas terminan por destruir la armada siria, ésta se redimió gloriosamente de su fracaso de 1967. Su nuevo prestigio refuerza la posición de Assad que ha cumplido la tarea que la ultra-izquierda hablaba todo el tiempo, sin jamás tratar de concretarlo.


Después del fin de las hostilidades, Assad practica una política dinámica a fin de evitar separarse de Egipto, pero debe hacer frente a una renovada oposición de parte de sus enemigos de izquierda que realiza esfuerzos para beneficiarse de Irak, donde se organiza un movimiento de resistencia, encargado de reagrupar a los Árabes hostiles a los compromisos de paz con Israel.


El destino de Assad y de su tendencia está ligado directamente al éxito o el fracaso del Plan Kissinger para el Medio Oriente.




Irak


El Ba’ath clandestino sólo había jugado un rol ínfimo bajo la monarquía Hachemita y no llega realmente a ser visible sino hasta cuando el general Kassem se toma el poder el 14 de Julio de 1958.


1


Entró en lucha dese el advenimiento del nuevo régimen contra los tres partidos que representan el apoyo popular de entonces de Kassem: el Partido Nacional-Democrático (socialista de izquierda), el Partido Comunista Iraquí, el Partido de la Independencia, fascista y ligado a Rachid Ali el-Gailani, el jefe de la revuelta pro-alemán de 1941 de los oficiales del “Palacio de Oro”.


Sin embargo rápidamente se crea una nueva división política cuando Kassem comienza a situarse como un rival de Nasser. Los baasistas, a su vez los unionistas terminan por hacer frente común con el coronel Aref (verdadero organizador del levantamiento del 14/7/1958), el Partido de la Independencia y Ali el-Galiani, pero Kassem disuelve el complot y aplasta con sangre el levantamiento unionista del general Chawaf en Mosul, en Marzo de 1959.


Las Milicias Populares y el PC (que tenían en ese momento su congreso en la misma ciudad) jugaron un importante rol en la supresión del golpe unionista y desarrolla así su influencia. Kassem, es forzado a maniobrar y aceptar el 2 de Enero de 1960 autorizar los partidos, el favorece al naciente PC disidente (mientras que el Ba’ath y el verdadero PC se mantienen como ilegales).




Abdulkarim Kassem


El Zaïm (jefe) Kassem acumula fracasos, no pueden apoderarse de Kuwait en Junio de 1961, después debe hacer hecho frente a la revuelta de Mollah Barzani, en Kurdistan, donde su armada se empantana sin lograr resultados.


Baasistas y nasserianos, se benefician de los fracasos de Kassem, buscan conspirar contra el Zaïm y el 8 de Febrero de 1963, pasan a la acción. Disponen de escaso apoyo: un batallón blindado, algunos cientos de militantes baasistas, cuatro aviones MIG 17, otro el pequeño extra nasserista; pero actúan con una determinación salvaje, masacran a Kassem (delante de las cámaras de televisión) y forman una Guardia Nacional, dirigida por el general Hassan al-Bakr. Esta Guardia nacional, compuesta de jóvenes masacrando comunistas y progresistas que tras un momento de duda (que será fatal) acudieron a ayudar al Zaïm. Treinta mil militantes de izquierda fueron víctimas de la represión desencadenada por los baasistas luego de la victoria del levantamiento, la masacre es la obra de Ali Saad al-Saadi, jefe del ala derechista de los baasistas en Irak.


El nasserista Aref forma el Consejo Nacional de Comando de la Revolución, pero el Ba’ath parece el maestro y resulta el anfitrión con gran pompa de Michel Aflak, poco después de la victoria baasistas de Damasco, el 8 de Marzo de 1963.


Pero los baasistas están divididos entre aquellos de la Dirección Regional Iraquí, (ultra derechista de Saad al-Saadi y de Kazzar entran en conflicto con la Dirección Nacional de Aflak, que busca limitar sus ambiciones en vista de evitar un conflicto abierto con Aref.


Aref se beneficia de las disensiones baasistas y el 18 de Noviembre de 1963, disuelve la Dirección Regional del partido y su brazo secular, la Guardia Nacional, cuyos miembros jóvenes son poco tendientes a querer continuar sus operaciones de policía y no cesan de enfrentar al ejército regular. Por otra parte la ruptura entre Nasser y los baasistas provoca la cólera de los unionistas cuyos miembros apoyaran a Aref en su lucha contra el Ba’ath.


El 18 de Diciembre de 1963, Aref prohíbe todos los partidos, después de haber acabado con la mal coordinada resistencia de la Guardia Nacional (que los baasistas moderados no apoyan) y se afirma abiertamente sobre Egipto.


El 14 de Julio de 1964 él forma la Unión Socialista Árabe de Irak, destinado a ser el Partido Único del país, bajo el modelo de la Unión Socialista Árabe de Egipto y crea en Octubre de 1964 un Comando político único con Egipto que no tendrá resultados concretos, a su vez Aref no logra resolver el problema Kurdo, vacilando entre la guerra y las negociaciones.


Aref muere en un misterioso accidente de helicóptero (muy probablemente un sabotaje) el 13 de Abril de 1966. Su hermano lo sucede pero él no tiene alguna de sus cualidades y el régimen rápidamente se vuelve incapaz de hacer frente al creciente descontento.


En Julio de 1968, un golpe de los oficiales descontentos, sin gran coloración política, permite al Ba’ath acercarse al poder. Rápidamente los baasistas logran eliminar a sus asociados y aprovechan para tomar la totalidad del poder, mientras que el antiguo jefe de la Guardia Nacional el general al-Bakr se convierte jefe del Estado. Los baasistas de Irak, miembros del ala derechista del partido se enfrentan a los responsables sirios y le dan la bienvenida a Aflak que abandona Beirut para instalarse en Bagdad.


La policía política dirigida por Nazem Kazzar (el cual hemos visto en el rol de la liquidación de la izquierda iraquí en 1963) y la rama militar del Ba’ath, (dirigido por Mohammed Fadel y la agrupación de los oficiales miembros del partido) organizan un régimen del terror que elimina a la familia Takriti, particularmente influyente en el ejército. Es también por el terror que se mantienen en el poder un minúsculo partido, a los sumo fuerte, de algunos cientos de miembros (aún menos, sin dudas que los de Siria), podemos creer, legítimamente que estaban perfectamente desconectado de las masas. El régimen, al principio contrario a los comunistas y a las URSS, termina por liquidar la disputa con el tratado ruso-iraquí, y con la entrada de dos ministros comunistas en el gobierno de la coalición progresista de Mayo de 1972.


El fallido golpe de Kazzar (termina con treinta y cinco ejecuciones tras la muerte del Ministro de la Defensa el general Chahab que había sido tomado como rehén y es capturado por la policía comandados por Saddam Husein, durante su fuga a Irán) El 30 de Junio de 1973 en miras de parar esta evolución y encomendar el gobierno de Irak a la Dirección Nacional del Ba’ath y por tanto a Michel Aflak, cada vez más derechizado.


A pesar de la conclusión del Pacto de Acción Nacional el 17 de Julio de 1973 entre el Ba’ath y el PC, que buscaba la constitución de un Frente Nacional, la ala derechista baasista no resulta afectada por el fracaso sangriento de Kazzar. Como dirá el escritor Eric Roulleau, en un artículo titulado Irak a la sombra de las intrigas, en Le Monde el 20 de julio de 1973:


“Paradójicamente la eliminación de Nazem Kazzar contribuyó a reforzar el ala derechista del partido aun cuando el antiguó jefe de la seguridad refleja todavía la ideología. En efecto, los conservadores, incluidos los militares, recargaron sobre la izquierda –en particular a Saddam Hussein – la responsabilidad de los últimos eventos. Argumentando que todos aquellos que estuvieron vinculados al complot son considerados, más o menos, como los hombres de su devoción…




Fueron utilizados para reforzar los poderes de la fracción civil y radical del Ba’ath en detrimento del ejército.


Éste último…exigirá mantener una participación efectiva en el ejercicio del poder, una reorientación de la política interior en el sentido de firmeza contra los comunistas y los autonomistas Kurdos, y la política exterior, considerada como muy favorable a la Unión Soviética”


Un nuevo enfrentamiento de fuerza parece probable en Irak entre la tendencia nacionalista del Ba’ath y la izquierda a la sombra de Hussein, Bakr, centristas moderados que pueden jugar un rol decisivo en el conflicto. Pero la Guerra de Octubre provocó, de nuevo, cambios profundos. Irak anima el movimiento de resistencia y aparece como el centro de la resistencia a las negociaciones con Israel. Además, la ruptura parece a punto de conducir a una nueva guerra, bajo el plano de las relaciones entre los Kurdos y el Ba’ath, todo permite a la ala derechista baasista reforzar rápidamente su posición. Aflak y sus amigos claramente no han dicho su última palabra en Irak.


Los otros países árabes:


Existen núcleos baasistas, a menudo clandestinos en cierto número de otros países árabes. Un grupo baasista ha sido desmantelado por la policía de Túnez en 1970. Los baasista fueron altamente activos en Jordania, incluso en el plano parlamentario, antes de su proscripción por el gobierno Real. Una acción clandestina sin embargo persiste allí. Existen a su vez pequeños grupos clandestinos en Egipto.


En el Líbano, en 1958, durante la guerra civil el Ba’ath juega un rol importante bajo la dirección de Abdel Medjid Rafi, que buscará en diversas ocasiones constituir un gobierno revolucionario contra el gobierno legal. Sin embargo la importancia del partido se mantiene limitada a pesar de que por la primera vez, se las arregló para obtener un elegido en las últimas elecciones, estos últimos son favorables a la rama iraquí del Ba’ath libanés, ellos a su vez están divididos en dos facciones rivales.


No se da durante la formación de la Resistencia Palestina la división por esta rivalidad, por lo menos entre dos de ellas:


-La Saïka, la segunda formación por importancia de la Organización de Liberación Palestina (después de Fatah), y está bajo el control completo de los baasistas de Damasco. Hasta la toma de poder por Assad, la Saïka ha constituido el apoyo esencial militar del ala izquierdista del Ba’ath Sirio.


-El Frente de Liberación árabe fue creado por Bagdad para ser una contrarrestar a la Saïka y demostrar el interés de Bagdad por la lucha palestina. Su importancia se encuentra muy limitada, pero nosotros podemos pensar que rápidamente pueden aumentar sus efectivos, en razón de su posición oposicional determinada en los procesos de negociación en curso. El Frente ya ha obtenido el apoyo del Frente Popular para la Liberación de Palestina del Doctor Habbasch.


François Duprat


(Texto aparecido en el suplemento n° 1 de La Revue d’histoire du fascisme, 1973 [?] y recuperado por Voxnr.com ).


(1) Para el nacionalismo revolucionario en el Estado nasseriano ver a Maurice Bardeché N del T.

miércoles, 17 de octubre de 2012

LA CABALLERÍA INDIA DURANTE LA GUERRA DE SECESIÓN

POR: Rattus Norvergicus 


Mucho se ha escrito y disertado (a menudo sin demasiado fundamento) en torno a la guerra de secesión de EEUU, la imagineria popular lo ha mostrado como un conflicto entre los crueles esclavistas del sur frente a un norte glorioso que buscaba nada más y nada menos que la abolición de tan deleznable práctica, visión que ha sido fomentada desde luego por un relato historico contando exclusivamente por los vencedores. Hoy sin embargo este conflicto tiende a insertarse más en el contexto de las luchas contra el mundo moderno al lado de fenómenos tan variopintos como el carlismo español, el caudillismo argentino o el movimiento blanco ruso, que aún siendo movimientos aglutinados en torno a un ideario realista y/o conservador no dejan de ser en esencia luchas del campesinado por la defensa de unas formas determinadas de vida frente a un liberalismo (o comunismo en el caso de Rusia) incipiente aunque predatorio cuyo objetivo es la eliminación de las formas de vida tradicionales y del particularismo en nombre de un nuevo orden nacional a menudo  ficticio.


Y no voy a aburriros con disertaciones sobre este tema, sino que prefiero optar por hablar sobre un caso concreto dentro de la Guerra de Secesión Americana (1861-1865) en que se hace patente este citado caracter en el caso de la Confederación de los Estados del Sur y rompe con el san benito racista-latifundista que tantos años ha tenido que acarrear: hablamos de la llamada Caballeria India un grupo de nativos americanos que unieron fuerzas al lado del bando rebelde con la esperanza de la consecución de unos estatus de independencia para su raza frente al agresivo centralismo de Washington.

La caballeria india unió a tres proyectos nacionales nativos: la nación Cheroke, la Chicksaw, la Choctaw, la Creek y la Seminole, para ello adoptan una bandera (ver ilustración) consistente en las estrellas blancas suereñas con otras cinco estrellas de color rojo en su centro correspondientes a cada una de las naciones indigenas, la central y más grande corresponde a los cherokee quienes lideraron dicho movimiento nacionalista, bajo el mando del jefe indio Stand Watie (Standhope Uwatie en su lengua orginal) general sudista encargado de guiar a la batalla a este peculiar batallón.
Este papel correspondió al pueblo cherokee pues eran los más combativos respecto al gobierno central de los EEUU ya que sólo hacia 30 años que habia sufrido en sus carnes el llamado "Sendero de las lagrimas" una migración forzada por el gobierno y el ejercito que trasladó la nación cherokee del este al oeste del río Misissipi y dónde perdieron no sólo la tierra de sus ancestros sino además más de 4.000 almas  muertas por la extenuación y la persecución gubernamental durante el curso de esta brutal peregrinación.


File:Stand Watie.jpgLa Caballeria India midió en numerosas ocasiones sus fuerzas contra los unionistas y en diferentes territorios como Arkansas, Misouri, Kansas o Texas hasta que su bandera fuera capturada tras su final derrota en la batalla de Locust Grove (Oklahoma). Durante el transcurso de estas la propaganda de la Unión no paró de difundir noticias falseadas dónde señalaba el salvajismo de los indios durante la batalla aunque hoy sabemos que se trataba de militares disciplinados, honorables y clementes que impresionaron a sus contemporáneos por sus efectivas técnicas de guerra que combinaban a la perfección las estrategias tradicionales indias con la guerra moderna.


La victoria final de los estados norteños en la guerra puso fín a las expectativas nacionalistas de los pueblos nativos americanos relegados desde ese momento a pequeñas reservas a menudo alejadas de sus territorios tradicionales.

martes, 16 de octubre de 2012

El Libro de Familia




Todo hombre de la SS debe recordar estrictamente su deber en este tema, o sus hijos e hijas se lo recordarán en el futuro. Ha de pedir a sus parientes, aún vivos, que escriban todos sus recuerdos de infancia y todo aquello que crean que debe guardarse para las futuras generaciones. Los nombres y fechas del árbol genealógico no tendrán ningún sentido para las futuras generaciones si no van acompañados del mayor número de historias posibles acerca de su vida, las dificultades, las celebraciones y el ambiente en el que vivieron. Este conocimiento de su línea de sangre protegerá a nuestras futuras generaciones de los avances de los nuevos ricos y trepadores sociales.

Los ancianos, que a menudo tienen muy buena memoria de su juventud, están obligados a dejar testimonio de su sabiduría y experiencias para sus descendientes. El SS debe ir a buscar a sus mayores, ponerles delante una libreta de notas, y decir: "Escribe como fue". Su reticencia normalmente se vence pronto y los mayores disfrutan con la experiencia de redactar sus recuerdos. Cuando los mayores terminan llega el turno de los padres del SS. Él mismo ha de empezar a anotarlo todo, especialmente sus experiencias de la guerra, de la camaradería y del heroísmo de sus compañeros de la SS.


Estas historias serán leídas poro la familia en la Nochebuena. De esta manera, el espíritu familiar se preserva y se fortalece.

Las Ceremonias de la Orden SS

Fritz Weitzel

lunes, 3 de septiembre de 2012

Guerra de Secesión americana, cae el tabú racial

Mientras que en los Estados Unidos comienzan cuatro años de conmemoraciones de batallas y acontecimientos relacionados con la Guerra de Secesión, un debate sorprendente toma gran amplitud: el papel jugado por los negros en las tropas confederadas.




Por Christian Bouchet


Todo empezó en el otoño de 2010. El Museo de la Confederación en Richmond, que vendía en su tienda soldados de plomo sudistas de raza negra, los tuvo que retirar de la venta. Su director, John Coski explicó claramente el motivo: la presencia de estas figuras en el museo había sido la causa de muchas presiones y amenazas efectuadas tanto en su contra así como a su personal. Unas semanas más tarde, se propuso un nuevo libro de texto en algunas escuelas de Virginia, que provocó la ira de los defensores de la corrección política y una fuerte campaña de intimidación dirigida a su editor para poner fin a la propagación de la obra. ¿Cuál fue el crimen de Joy Masoff, su autora? Ella se había atrevido a escribir que varios miles de soldados negros se pusieron el uniforme gris.


¡Y eso no es todo! En las últimas semanas, el alcalde de la pequeña ciudad de Monroe, Carolina del Norte, ha prohibido a una asociación para la defensa del patrimonio histórico sudista erigir un monumento conmemorativo. ¿Fue sobre la base de que podría perturbar la paz racial de la ciudad? No, en absoluto… De hecho, lo único que el monumento quería testimoniar era la muerte, en las filas de los soldados confederados, ¡de diez negros nativos de Monroe!


Numerosos ejemplos tan sorprendentes como esos podrían seguir siendo mencionados. Ellos muestran que la Guerra de Secesión americana no se analiza en términos históricos, sino en términos ideológicos, incluso cuasi-religiosos. La “verdad revelada”, que no es posible discutir, es simple: los ejércitos de la Unión compuestos por demócratas filántropos emprendieron contra los sudistas una guerra justa, con el único propósito de liberar a los esclavos torturados por amos racistas e intolerantes.


Sin embargo, una de las consecuencias del movimiento Black Power de los años 70 fue la creación en las universidades estadounidenses de muchas cátedras de estudios afroamericanos, algunos de cuyos titulares han participado recientemente en amplios estudios sobre el comportamiento de los negros en el Sur, esclavos o libres.


Lo que nos dicen es apasionante y socava muchos esquemas.


Así, John David Smith, profesor de la Universidad de Carolina del Norte y Charlotte señala: “Las causas de la guerra civil no fueron, como ahora se cree, la esclavitud y la supremacía blanca, sino el no-respeto por parte del Estado federal de los derechos de los Estados federados.” Earl James, conservador del museo de Raleigh, donde está a cargo de las colecciones de historia local y afro-americanas, por su parte, aunque es negro, afirma que es absurdo decir que ningún afro-americano se opuso a los ejércitos de la Unión y afirma que “debido a una relación especial entre la tierra y su gente, el patriotismo sudista se había desarrollado entre los esclavos de las plantaciones.” Otro historiador negro, Roland Young, dice no estar sorprendido por todo esto. Él explica que la mayoría de los negros “en el sur, si no todos, apoyaron a su nación. De esta manera, demostraron que era posible separar el rechazo a la esclavitud y el amor a su patria.”


Ed Smith, un académico que ha trabajado mucho sobre el tema, por su parte considera que es imposible juzgar con ojos contemporáneos la realidad de la sociedad sudista de la primera mitad del siglo XIX y la complejidad de los vínculos que unían a blancos y negros y que les hizo solidarios frente a los invasores del norte.


Sin embargo, la negación de la participación de tropas negras en los ejércitos del Sur no es nueva. El historiador Ed Bearrs la data a partir de 1910. En cuanto a Erwin Jordan, otro experto en la materia, sostiene que la reescritura de la historia comenzó desde la derrota de los confederados, y explica que “Durante mis investigaciones, he encontrado muchas listas de prisioneros negros redactadas por oficiales nordistas. Nos damos cuenta de que estos afro-americanos dijeron que eran soldados de la Confederación y que en una segunda fase, esos términos fueron tachados y reemplazados por siervos, criados, etc. “



De hecho, hubo cerca de 65.000 negros que sirvieron en las filas de la Confederación y 13.000 de ellos participaron en uno o más combates. Las unidades birraciales eran frecuentes y sólo al final de la guerra se organizaron regimientos monocromáticos. El historiador Ervin Jordan también señaló que si el Sur hubiera ganado la guerra, se habría dispuesto del ejército de color más grande del mundo y que esto, sin duda, habría cambiado totalmente el futuro de los EE.UU. no permitiendo con ello la aparición de la segregación y del racismo contemporáneo.


Este racismo estuvo también totalmente ausente de las filas de los veteranos confederados, como lo demuestran dos ejemplos. En 1913, durante el 50 º aniversario de la Batalla de Gettysburg, una reunión de veteranos de la Unión y la Confederación se organizó. Los iniciadores – del norte – de la ceremonia habían planeado tiendas de campaña para los soldados negros de la Unión, pero no había podido preparar para los del Sur. Sin embargo, muchos confederados negros aparecieron en el lugar y compartieron las tiendas de sus hermanos de combate blancos, mientras que los nordistas, a su vez, practicaron en su campamento la segregación racial… También, en 1914, cuando un monumento en honor de los soldados confederados muertos en acción fue erigido en el cementerio militar de Arlington, el escultor se encargó de representar a varios soldados de la Confederación negros mezclados con sus compañeros blancos.


Esto fue hace casi un centenar de años atrás, en una época en que la policía del pensamiento no existía, o apenas. Ahora nos imponen lo que debemos pensar, incluso si ello es contrario a la mera verdad histórica.


¡Los soldados negros del Sur tratados mejor que los del Norte!



Los soldados negros de la Confederación recibían exactamente la misma paga que los soldados blancos, o sea 11 dólares mensuales.


En las tropas de la Unión, un soldado afroamericano ganaba 10 dólares al mes, de los que se realizaba una deducción de 3 dólares para pagar por su uniforme y equipo, lo que hacía que al final solo ganase 7 dólares. Los soldados del norte de ascendencia europea recibían por su parte 13 dólares cada mes y ninguna deducción se hizo en su salario.


Además, los especialistas negros estaban pagados generosamente por el ejército del Sur y, a veces, ganaban salarios más altos que el sueldo de un oficial sudista

Fuente: http://www.tribunadeeuropa.com/?p=8158

jueves, 2 de agosto de 2012

Una contundente respuesta a un SIONISTA español

César Vidal frente al Islam




Por Jorge Álvarez

BÁRAKA. Revista de arte y pensamiento sufí

http://es.geocities.com/andalus_samarqand/index.html





César Vidal Manzanares se ha convertido en poco tiempo en uno de nuestros más prolíficos historiadores. Si digo que viene escribiendo dos o tres libros por año, seguramente me quedo corto. El señor Vidal es Doctor en Historia y, aunque alguno de sus primeros libros trataba temas relativos a su auténtica especialidad, la Historia Antigua, desde hace ya algunos años viene escribiendo sobre temas bastante más recientes, como la revolución rusa, el holocausto judío o nuestra guerra civil. También se ha abonado a la moda muy gratificante y comercial de los libritos de curiosidades históricas destinados, supuestamente, a narrar episodios poco o mal conocidos. En cualquier caso, es claramente consciente de que se gana más dinero escribiendo sobre Las checas de Madrid que sobre El paleocristianismo palestino en el siglo I.



El libro que nos ocupa se debería realmente haber titulado "César Vidal frente al Islam" porque lo que en verdad se encuentra el lector en sus cerca de 400 páginas no es más que una serie de opiniones políticas personales que en los últimos años han moldeado Federico Jiménez Losantos, Gabriel Albiac y él mismo, con la colaboración ocasional de algún que otro periodista más de los que sermonean en la COPE. Esta doctrina maniquea y pueril se puede resumir más o menos así: los musulmanes son muy malos, los judíos y los americanos son muy buenos y los europeos en general, unos cobardes desagradecidos que chaqueteamos con los malos en vez de apoyar incondicionalmente a los buenos.



Con el pretexto de defender la identidad española frente a las invasiones islámicas de la Edad Media, Vidal presenta una Historia de enfrentamientos entre España y el Islam desde el 711 hasta hoy interpretándola como algo parecido a una constante histórica que con algunos altibajos dura ya casi 1.300 años y que además posee una inconfundible identidad a través del tiempo. De esta forma, la trampa está servida y es repugnante; El Cid, Fernando III el Santo, los Reyes Católicos, Don Juan de Austria, Prim o Aznar, son representantes de una causa común, de una guerra de siglos en la que Covadonga, Las Navas de Tolosa, El Salado, Lepanto, o Alhucemas no son más que episodios que la jalonan en el tiempo y se unen llegando hasta Afganistán o Irak hoy en día. De esta forma, pretende Vidal hacernos creer que oponerse a la actual guerra de Irak es un acto tan antipatriótico como sería renegar de la Reconquista.



El libro es, pues, esencialmente tendencioso y no creo que ningún historiador se lo pueda tomar en serio. Es sabido que los ensayos históricos relatan hechos para, interpretándolos de una forma y relacionándolos con ciertos criterios, demostrar alguna tesis que al autor le resulta sugestiva. Esto es absolutamente lógico, aunque la tesis sea retorcida, como en este caso. Lo que es difícil de perdonar al historiador es un relato que oculte hechos, que los distorsione, que los relacione en base a criterios caprichosos, que dé un significado distinto a hechos similares según convenga a su tesis. Todo esto hace Vidal en esta obra.



Parece bastante infantil que hoy en día, un historiador se empeñe en presentar el fenómeno del Islam como algo monolítico a través del tiempo y del espacio. Para Vidal la invasión de España en 711 comparte causas y motivaciones con la invasión de Kuwait en 1990; la batalla de Lepanto en 1571 se enmarca dentro del mismo fenómeno histórico que la batalla por liberar Kuwait en 1991 y las alianzas de Francia con los musulmanes en el siglo XVI obedecen a razones similares a las que llevaron a Francia a oponerse a la actual Guerra de Irak en el siglo XXI.



Para Vidal poco importa que España, a la que sitúa como principal paladín en la defensa de la cristiandad frente al Islam en los siglos XV, XVI o XVII, luchase en esa época tanto o más que contra los turcos contra cristianos flamencos, franceses, alemanes o ingleses. El hecho de que España fuese la primera potencia imperial del mundo en aquel entonces y que en consecuencia tuviese que abordar constantes desafíos a su hegemonía desde múltiples flancos, islámicos y cristianos, parece importarle poco o nada a Vidal.



Resulta curiosa su defensa del carácter expansionista del Islam como una amenaza constante para la paz a través del tiempo, ignorando que durante el siglo XIX y gran parte del XX todas las naciones musulmanas del mundo habían sucumbido ante el imperialismo de las naciones cristianas y eran colonias ocupadas por tropas europeas que protegían el expolio que también empresas europeas hacían de sus recursos naturales.



El estado de postración y humillación en que se vio sumido el mundo islámico entre comienzos del XIX y la descolonización de mediados del XX no existe para Vidal. La voracidad saqueadora de franceses o británicos, es irrelevante para él cuando es imprescindible tomarla en consideración para poder entender fenómenos como el nacionalismo árabe laico del tipo Nasser o Baaz.



El incondicional apoyo de Estados Unidos a Israel vetando en el Consejo de Seguridad de la ONU cualquier resolución contra el estado hebreo, o la gigantesca transferencia de dinero, armamento y tecnología que permanentemente fluye desde el coloso americano hacia Israel, tampoco son considerados como elementos que contribuyen a alimentar el resentimiento de las masas árabes hacia occidente. Vidal es capaz en su libro de defender a un tiempo que los moros fueron traicioneros y malvados cuando invadieron la Península Ibérica y que también lo fueron cuando intentaron expulsar a españoles y franceses de Marruecos.



Malos cuando invaden, malos cuando son invadidos. Para Vidal, existe una identidad de objetivos evidente entre Abderramán o Almanzor en la Edad Media y entre Abd el Krim, Ben Laden o Sadam Hussein en la era contemporánea. Poco le importa meter en el mismo saco al expansionismo bereber de los almorávides con el imperialismo otomano del siglo XVII; a la revolución nasserista con las acciones de Al Qa'eda; al régimen sunní wahabbita con la revolución chií jomeinista. A estas alturas parece bastante ridículo interpretar las tortuosas relaciones de España con Marruecos, sacándolas de sus contextos originales para introducirlas en el contexto actual obviando, además, infinidad de acontecimientos y datos históricos que arruinan su tesis.



La influencia de la invasión musulmana de España y la posterior Reconquista cristiana han dado pie a infinidad de relatos y ensayos históricos. En España, como es lógico, este episodio había sido tradicionalmente narrado en clave favorable a los cristianos. Sin embargo, a mediados del siglo pasado, las tesis de Américo Castro empezaron a cambiar esta percepción. Hoy en día, estas tesis islamófilas han calado, además de entre legiones de periodistas y comunicadores, en nuestro sistema educativo. La Reconquista es interpretada como un episodio más bien sombrío que al homogeneizar los reinos cristianos los privó de la riqueza que aportaban las otras culturas establecidas en España. Esta visión lleva acompañada otra, la utópica reconstrucción de un Al Ándalus mítico, pleno de tolerancia y foco irradiante de una cultura superior a la cristiana. Esta tesis causó y causa furor entre los círculos progresistas y demás amigos de lo políticamente correcto.



Escribir la historia de España en clave negativa ha supuesto de antiguo una tentación a la que la izquierda en general nunca ha podido resistirse. La razón es sencilla, mucho más de lo que parece. La Historia de España está en gran medida marcada por un espíritu religioso católico incontestable. La intelectualidad izquierdista española siempre ha odiado nuestras raíces cristianas. Y como negarlas es imposible, hay que tratar de demostrar que todo lo católico ha supuesto y supone para España, intolerancia, oscurantismo y atraso. España, según este pintoresco punto de vista, ha sido siempre un país ignorante y aislado de la modernidad por el poder inmenso que la Iglesia Católica ejerció tradicionalmente sobre nuestros gobernantes. Sólo cuando en nuestra Historia aparecen los primeros ilustrados, seguidos de los jacobinos afrancesados, los masones y finalmente los socialistas, podemos empezar a hablar de progreso, de justicia y de libertad.



Es en este marco sectario y de profundo complejo antiespañol en el que se inscribe la actual tesis islamófila de nuestra Reconquista. Y es cierto que Vidal defiende la tesis tradicional que entiende la Reconquista como la auténtica forja de lo Hispano. Que tritura las bobadas sobre la superioridad cultural de los invasores musulmanes y que afirma valientemente que, por más que llevasen siglos viviendo en España, su derrota y expulsión fue justa y necesaria.



Sin embargo Vidal, en este terreno, no aporta nada que hace ya décadas no hubiesen aportado, por ejemplo, dos maestros como Ricardo de la Cierva en su Historia total de España, o antes que él Claudio Sánchez Albornoz en España un enigma histórico. Además, en la obra de Vidal se echa en falta alguna opinión acerca de lo que supuso para España la presencia y posterior expulsión de cientos de miles de judíos. Hay escasísimas referencias, y ninguna merece crítica, a la permanente ayuda que los judíos brindaron a los musulmanes en la conquista de la España visigoda (pp. 79 y 111). No menciona la presencia de los judíos en los campos de batalla para comprar a los moros a los cristianos derrotados y traficar con ellos como esclavos.



Cuando denuncia las connivencias de los moriscos españoles con los piratas turcos, pasa por alto que los judíos exiliados y los marranos que permanecían en la Península conspiraban contra España, no sólo con el Sultán otomano, sino también con la monarquía inglesa, o la holandesa. Algo que en cambio, afronta con un valor desbordante Sánchez Albornoz cuando califica a los judíos de nuestra Edad Media como:



"aquella terrible plaga pública que secaba día a día la riqueza nacional".



O cuando afirma:



"Queda dicho y probado que los judíos no creaban riqueza, la secaban".



"No crearon ninguna industria, no financiaron la formación de una marina nacional, ni siquiera se arriesgaron de ordinario en el comercio marítimo, siempre expuesto a imprevisibles pérdidas. Hacían sus fortunas como usureros, como revendedores o como publicanos".



Para concluir con dos sentencias muy atinadas y hoy en día injustamente olvidadas:



"Creo por todo ello -y no he de callar mi opinión aun a riesgo de escandalizar a muchos y de incurrir en la excomunión mayor de otros- que la expulsión de los judíos hispanos fue tardía. Realizada un siglo y medio antes de 1492, habría cambiado la psiquis de los españoles y la faz económica de España".



"Allí donde emigraron los judíos y los "marranos", unos y otros fueron naturalmente, terribles enemigos del pueblo que los había odiado. El día que se examinen al por menor los daños que en todas las actividades a su alcance -desde el espionaje a la financiación de empresas militares- hicieron a España en momentos dramáticos y decisivos de su historia moderna, y se registre su persistencia en la violenta hostilidad hacia lo hispánico a través de los siglos -algo sabemos ya sobre tales daños y sobre tal hostilidad, pero es tema que merece un libro-, se comprenderá con qué razón he hablado de cuentas saldadas".



Conviene recordar para quien lo haya olvidado que Sánchez Albornoz era un exiliado republicano, de hecho asumió durante once años la presidencia de la República en el exilio. Sin embargo, atina en el blanco. Debiera Vidal ahondar en la línea de investigación del viejo maestro que también ha señalado en su obra El tercer templo Ricardo de la Cierva.



Durante siglos, desde la derrota de los invasores musulmanes, nuestros más tenaces enemigos han sido siempre naciones cristianas, las más de las veces protestantes. Franceses, holandeses, pero sobre todo ingleses, se emplearon en cuerpo y alma a destruir el poderío español en todos los rincones del mundo, y fueron los norteamericanos los encargados precisamente de darle la puntilla. Y los descendientes de los judíos expulsados participaron en esta tenaz labor de acoso al Imperio español. Los medios económicos que las finanzas judías nunca pusieron al servicio de la Corona Católica en España, fluyeron a raudales hacia las naciones que saqueaban nuestros puertos y nuestros barcos colapsando nuestra economía. Cito de nuevo a Ricardo de la Cierva:



"Con sus tres cabezas de puente en Ámsterdam, Londres y Nueva York, los judíos de Ámsterdam, en buena parte descendientes de los expulsados de España por los Reyes Católicos, meditaron y planificaron durante décadas su venganza contra España. Éste es un importantísimo acto del drama estratégico mundial en la Edad Moderna que no ha sido estudiado aún pese a su enorme interés..."



Vidal, que conoce sobradamente estas obras y a estos autores, calla deliberadamente prefiriendo inventarse una historia fantástica. Los musulmanes, a pesar de esporádicos choques con las armas españolas, a partir de finales del siglo XVI no son más que espectadores de la colosal lucha a muerte entre la España Católica e Imperial y las potencias protestantes auxiliadas y financiadas generosamente por judíos de apellidos españoles y portugueses. Otro ilustre historiador liberal, Salvador de Madariaga, analiza con rigor este fenómeno que Vidal ignora. En su celebradísimo ensayo El auge y el ocaso del imperio español en América, afirma



"Los judíos tomaron parte importante en la desintegración del Imperio Español". (.)



"Este secreto y disimulo de hombres que se sabían siempre vigilados, esta movilidad, esta capacidad para arraigar en todas las tierras y, sin embargo, guardar contacto a través de todas las fronteras, y su superioridad sobre todos sus correligionarios amén de muchos cristianos también, hizo de los judíos españoles los enemigos más peligrosos, pertinaces e inteligentes del Imperio Español". (.)



"Su actividad se polarizó contra España en los dos campos más importantes de la vida española: el religioso y el imperial. Fueron los judíos asiduos diseminadores de la Reforma; no tanto por sincero interés en la Reforma en sí como porque implicaba cisma y división en la fe rival". (.)



"Desterrados o perseguidos, los judíos se disfrazaron de cristianos pero siguieron fieles a la fe de su pueblo con admirable constancia. La Reforma fue para ellos maná del cielo. La fomentaron porque al hacerlo quebrantaban la fortaleza cristiana entre cuyos muros habían padecido tanto". (.)



"Los conversos portugueses de Amberes dieron poderoso estímulo al luteranismo desde sus primeros días". (.)



"En 1521 tenían ya un fondo para imprimir las obras de Lutero en castellano". (.)



"Otra familia sefardita trabajaba en Flandes contra España con no menos persistencia; la de los Pérez, judíos portugueses de Amberes, luteranos primero, más tarde calvinistas, lo que les valió no poca popularidad en las provincias de los Países Bajos". (.)



"Marco Pérez era el centro de un círculo de información y de influencia política, y puede considerársele como uno de los causantes de la guerra de los ochenta años entre los Países Bajos y España. A su impulso se debió la impresión de 30.000 ejemplares de la Institución de la Religión Cristiana de Calvino en castellano, y su introducción de contrabando en España dentro de barriles que venían también forrados con otros impresos de propaganda protestante. También fomentó la impresión de biblias, catecismos y otros libros calvinistas en castellano para la exportación, y mandó a España predicadores calvinistas. Estaba en correspondencia con William Cecil, el poderoso Ministro de la Reina Isabel, y en contacto estrecho con Thomas Gresham, el agente de Cecil en Amberes." (.)



"Pero ellos, aun colaborando con los monarcas españoles siempre que necesitaban su protección, seguían trabajando como enemigos políticos de España tanto en Europa como en las Indias". (.)



"Los judíos de España ayudaban a Drake en sus incursiones sobre las costas españolas. En el siglo siguiente, el judío Simón de Cáceres colaboró a la conquista de Jamaica por los ingleses..." (.)



De este siniestro personaje habla con orgullo el periodista judeomallorquín Pere Bonnín en su libro Sangre Judía:



"Simón de Cáceres, un judío español, ayudó a los ingleses en la conquista de Jamaica (...) Fue auxiliado en el asunto de Jamaica por Campoe Sabbatha y un hombre llamado Acosta. Este último era criptojudío, y se cree que Sabbatha también lo era. Cáceres sugirió formar una fuerza judía que pelearía bajo la bandera inglesa para conquistar Chile."



Todo esto lo corrobora una interesante y poco conocida obra de la época, Execración contra los judíos, en la que Francisco de Quevedo escribe al rey Felipe IV:



"Lo segundo, afirmo que sus socorros y letras antes son espías, contra las órdenes de V.M., a sus enemigos, que socorros. Siendo verdad infalible que todos los judíos de España consisten para los asientos en dos cosas, que son caudal pronto y crédito puntual: con el caudal trajinan y negocian, con el crédito socorren. El caudal, como siempre le tienen sus pecados temeroso del Santo Oficio y amenazado de confiscaciones, consiste en moneda y mercancías portátiles y siempre dispuestas a la fuga. El crédito le tienen en Raguza, en Salónique, en Ruán, en Ámsterdam; de manera que dependen para toda la puntualidad y aceptación de sus letras de los que son enemigos de V.M. Pues si son para Flandes, contra los herejes rebeldes, depende dellos propios la paga; si contra los turcos, depende de los propios turcos; si contra los franceses, depende de los franceses; si contra los herejes de Alemania, depende de los mismos herejes la judería de Praga; y si se encendiese guerra en Italia, dependerá de las sinagogas de Roma y Ligorna y Venecia. V.M. sabe si será necesario prevenir esto, pues si se presumiesen rumores entre las armas de V.M. y algunos potentados, podrían estos asentistas judíos ser desde Vuestra corte la mejor parte de sus ejércitos".



Más testimonios que demuestran quién fue durante siglos el más tenaz enemigo de España se pueden hallar en la documentadísima y voluminosa obra Los judíos en la España Moderna y Contemporánea, del reputado antropólogo Julio Caro Baroja quien afirma sin titubeos:



"Y puede decirse que de las (familias judías españolas y portuguesas) que se afincaron en Holanda, Inglaterra y otras partes, de mediados del siglo XVII a mediados del XVIII, surgió, en gran parte, el cuerpo de doctrina que en punto a la Inquisición, la monarquía española, etc, se admitió como bueno en la Europa protestante hasta nuestros días: el "marrano" tomó fuerte y justificada venganza de su país de origen en cuantas ocasiones pudo". (.)



"Si los judíos fueron aliados de los árabes contra los visigodos, sus descendientes lo fueron contra la monarquía española, ora de los turcos, ora de los holandeses, ora de los ingleses y aun en tiempo de Richelieu, de manera más privada, de los franceses. Los hechos son conocidos y no hay que recurrir a los textos hostiles, ni a las justificaciones de los apologistas de Israel para conocerlos en toda su extensión. Ya se ha indicado antes que en ciertas combinaciones diplomáticas de los turcos contra España intervinieron judíos escapados de la Península a mediados del siglo XVI. Posteriormente, los conversos del Brasil, en relación con los judíos asentados en Ámsterdam secundaron los planes de los holandeses en sus ataques a los puertos de aquel país defendidos por portugueses y españoles. Se saben incluso los nombres de los que actuaron como espías y expertos cuando el ataque de Bahía (1623), la toma de Pernambuco, etc."



Más datos de este conflicto del que la gran mayoría de los españoles no ha oído ni hablar, los aporta el catedrático de Historia norteamericano Philip W. Powell, Profesor Emérito de la Universidad de California, Santa Bárbara, en su interesantísimo estudio Árbol de odio, la Leyenda Negra y sus consecuencias en las relaciones entre Estados Unidos y el Mundo Hispánico:



"Al salir de España, muchos judíos se fueron a Italia, los dominios musulmanes, los Países Bajos, Alemania y Francia, lugares donde iba aumentando la receptividad a la propaganda y acción antiespañola. En sus nuevos lares, los judíos hicieron afanosamente cuanto estuvo a su alcance para dañar el comercio español, y dieron ayuda a los proyectos musulmanes de desquite por la derrota de Granada. Y la erudición judía y dialéctica reconocida en materias teológicas, fueron puestas a veces al servicio de la Revolución Protestante, que proporcionó a España tanta angustia". (.)



"Una extensión de este espionaje fue la estrecha relación entre los sefarditas holandeses y el establecimiento de su gente en Inglaterra, hacia mediados de siglo (XVII) y en vísperas de la ofensiva cromwelliana contra las Indias Occidentales españolas. Cromwell supo aprovechar, como en la época isabelina lo hiciera Cecil, los servicios de espías judíos que conocían las lenguas y tenían contactos secretos tan valiosos para hacer efectivos los ataques". (.)



"Antes de finales del siglo XVII, la acción hebrea contra España se había proyectado a lo largo de tres líneas principales:



1. Extensa y muy influyente actividad por medio de publicaciones con fuertes características antiespañolas.



2. Acción en el comercio y en el espionaje para ayudar a los enemigos de España en la guerra y en la diplomacia.



3. Intensiva promoción de la mezcla de anti-Roma con anti-España, para hacer sinónimos ambos canales de concepto y acción. Esta última faceta no fue un monopolio judío en modo alguno, pero el sefardita tenía especiales fundamentos para ello, y la fusión del odio papista y el odio español, en la atmósfera anglo-holandesa, fue altamente atractiva para los judíos". (.)



Que este odio antiespañol ha perdurado en el corazón de los judíos más allá de lo que podríamos imaginar resulta difícil de creer pero cierto. Todos los historiadores judíos que han escrito sobre el pueblo de Israel, han seguido cargando las tintas sistemáticamente contra España a la menor ocasión. Como ejemplo, una pincelada recogida de la obra de Werner Keller Historia del Pueblo Judío, tal vez el manual de historia judía más internacionalmente conocido.



"Cuando en 1898 estalló la guerra de América contra España a causa de la isla de Cuba, muchos judíos se presentaron voluntarios. Constituyeron la mayoría de los soldados pertenecientes al regimiento de voluntarios reclutados en Nueva York, y en Filadelfia formaron una legión judía. Cuatro siglos después de que, en 1492, año de la expulsión de los judíos de España, Luis de Torres fuera el primero en pisar el suelo de las Indias Occidentales, el destino quiso que los judíos lucharan al lado de la potencia que expulsó para siempre a España del Nuevo Mundo: perdió la isla de Cuba y el resto de sus posesiones en las Indias Occidentales."



Podríamos, pues, concluir que España tuvo, efectivamente, un enfrentamiento secular con el Islam. Entre el 711 y 1492, España se forjó a sangre y fuego en una irrenunciable vocación europea y cristiana que la llevó a una lucha titánica de ocho siglos para defender una identidad que no estaba dispuesta a perder. Ningún otro país de Europa se ha visto enfrentado a un desafío semejante y ninguno ha opuesto tanta y tan prolongada resistencia a un invasor islámico.



Sin embargo, la España que surge de la Reconquista es ya la España Imperial. Su vocación expansiva la hará chocar, efectivamente con el Imperio otomano, que intentaba a su vez, expandirse hacia el Mediterráneo occidental. Pero esta lucha contra el turco ya es una lucha entre imperios. España se enfrentará sucesiva y a veces simultáneamente a otomanos, franceses, ingleses, holandeses...



Pero si a partir del siglo XVI alguien realmente socavó el poderío español tenazmente, en una continua lucha de hostigamiento y desgaste que duró siglos, no fue el Islam, sino la alianza más o menos encubierta del mundo anglosajón protestante con el mundo judío.



Vidal, no lo olvidemos, aunque español, es protestante. Siente una veneración casi patológica por el mundo anglosajón y su cultura, a la que considera, desde una óptica bastante racista, muy superior a la española católica. Además, considera a los judíos, como es lógico en una cosmovisión tan simple, aliados y amigos de un occidente que los Estados Unidos tienen el derecho y también el deber de liderar. Este libro, bajo una aparente intención patriótica, no es más que un burdo intento de subordinar nuestra historia a los intereses de la política exterior norteamericana.



Por otra parte, el libro está escrito demasiado deprisa. El estilo es plano, repite de forma casi textual ideas y frases constantemente dando la sensación de que piensa que de otra manera los lectores no comprenderían sus argumentaciones. Utiliza latiguillos recurrentes que resultan bastante molestos, como "este tema excede del objeto del presente estudio", "al fin y a la postre" o "a la sazón", expresión esta última no muy común en castellano, que sin embargo se repite en el libro hasta treinta veces.



No obstante, el libro es entretenido; aporta, en el plano positivo, una visión patriótica de la Reconquista, lo que hoy no es frecuente, sirve como resumen histórico y manual de consulta de nuestros conflictos terrestres y navales con marroquíes y otomanos y, por supuesto, hará las delicias de todos los derechistas americanófilos y judiófilos, que por cierto son muchos y andan un poco alicaídos. Este libro les ayudará a salir de la actual melancolía en la que los han sumido los acontecimientos recientes.







http://www.pepe-rodriguez.com/Masoneria/Moon/Cesar_Vidal.htm